Kim | Chaesoo

24° [R - J]

[ROSÉ]

Toqué la puerta repetidas veces y Jin abrió.

—Jefe, querido. Lindo, guapo, precioso jefe —murmuré y él sonrió— ¿Sabe algo de Harry?

—Tenemos muchos Harries aquí —murmura él— ¿Qué grado? ¿Te sabes su apellido?

—No, pero es ruloso, ojos verdes, cara de gato, mide como... así —marco el tamaño en comparación a mi cuerpo—. Y va en tercer grado.

—¿Primaria? —Asiento— Su padre falleció anoche y... bueno, envié a Kim a buscar algunos papeles para ver sí podemos ayudar.

Momento. ¿Qué?

—Espera... ¿Harry? ¿Robin? —él asiente— ¿Dónde está él?

—Orfanato saint aventure, no tiene familiares vivos. Su padre era todo lo que tenía y-

—¿Y qué pasará con él?

—Se quedará ahí y en el mejor de los casos en uno o dos años alguien lo adoptará.

—¿Y en el peor? —pregunto preocupada por como se ha de sentir.

—Probablemente se quede allí y... bueno, esperemos a que no le hagan daño. Es un niño muy frágil —murmura apenado.

Siento un nudo formarse en mi garganta. No puedo permitir que le hagan daño a Harry, ¿con quién compartiré mis recreos ahora?

Okay, probablemente ésto sea lo más estúpido que he hecho en mi vida hasta ahora, sin embargo, no permitiré que Harry pase un día más allí.

—¿Cuánto tardan los papeles de adopción? —pregunto rápidamente.

—¿En qué piensas, Rosé? —pregunta Seokjin.

—¿No habrá problemas aquí sí me encargo de él?

—¿Quieres adoptarlo? —yo asiento—. No, no habría problemas... —murmura.

—Bien. Gracias —salgo rápidamente.

Llamaré a mi padre, necesito ayuda.

Caminé hasta mi oficina y marqué el número de mi padre. Uno, dos, tres pitidos dio hasta que me contestó.

—Rosé, cariño. ¿Qué sucede? ¿Necesitas algo? —preguntó extrañado.

Usualmente los llamo los fines de semana para saludar y ponernos al día. Jamás durante la semana, pero eso ya es mucho, antes ni siquiera charlábamos cuando se iban. Podían pasar tres meses fuera de casa y yo jamás marcaría sus números, mucho menos Jimin.

—Hola, papá —murmuro—. Necesito ayuda de alguno de tus abogados, te pagaré, sólo... quiero ayuda.

—Cariño, no hace falta que pagues. Algún día mis empresas serán tuyas y de tu hermano, éstos abogados están a tu disposición. Dime que necesitas.

—Es complicado —suspiré— ¿Te gustaría ser abuelo?

—¿No eras lesbiana y tu hermano gay? Rosé... ¿En qué problema legal te metiste?

Me reí ante eso. Nadie me tiene fe.

—No, no es eso. Quiero adoptar a un niño.

—Oh.

Sí, noté la sorpresa. Yo también estoy sorprendida y quiero hacer todo rápido antes de arrepentirme.

Así son las decisiones de mi vida, rápidas e inseguras, pero no me da tiempo a pensar en arrepentirme de algo, es por eso que hago lo que quiero.