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[JISOO]

Antes de la hora de la salida tuvimos una charla con Félix sobre la importancia de las emociones, el control de ellas y el suicidio.

Todos hicieron una carta de despedida para Billy y nos mantuvimos en eso.

La palabra que me ha dejado escrita fue 'мир', él sólo quería paz.

Paz y nada más, pobre Billy, todos en la clase lo extrañan. Para tener una depresión tan profunda, él era... quien llenaba de alegría éste sitio, muchos sienten su ausencia. Yo siento su ausencia.

Al finalizar la clase muchos se fueron con lágrimas en los ojos, otros directamente iban destrozados. Hyunjin al ser el galán de turno abrazaba a todos los que querían un abrazo y realmente nadie se quejaba, Félix lo observaba fijamente.

Creo que son novios. Algo me lo dice.

—Bien, Kim. Nos vemos mañana —sonríe Félix y yo me despido de ambos.

Al salir noto como Rosé está en el estacionamiento y Harry a su lado.

—¡Hola, maestra Kim! —saluda emocionado el castaño. Rosé me sonríe y le abre la puerta del auto a Harry.

—Hola, cariño —le sonrío.

—Ponte el cinturón, enano —murmura ella y luego corre para abrirme la puerta—. Ma'am —sonríe estirando la mano y eso me provoca nerviosismo.

La tomo y me ayuda a subir a su auto.

—Gracias —susurro y ella cierra la puerta.

Se sube y enciende el auto.

—Iremos por un café con Henry y luego iré con él a hacernos las uñas, pero antes pasaré a dejarte a tu departamento o donde estés.

—A un hotel cualquiera —murmuro y ella me observa extrañada.

—¿Y tu departamento? —me encojo de hombros.

—Ya sabes, un divorcio no es fácil.

—¡Ves, Rosé! ¡Tienes oportunidad! —Harry sacude su asiento y yo me sonrojo.

—Sientate, enano —gruñe ella y él obedece—. ¿Qué te dije sobre el cinturón? Sí nos chocan o yo choco porque voy demasiado ebria vas a morir y yo no quiero eso.

Harry se ve asustado, golpeo el brazo de Rosé y me giro en dirección a Harry.

—No es cierto, pero mantén tu cinturón puesto, cariño. ¿Puedes hacerlo? —él asiente sonriente y Rosé sonríe— ¿Qué te hace tanta gracia? Vas a matarlo del susto —susurro.

—Tú eres el policía bueno y yo el malo —se burla—. En fin, volviendo a lo de tu divorcio... ¿Te gustaría quedarte en mi departamento?

—No, Rosie, yo... dijimos que iríamos lento.

—¡Lo haremos! Ésto no es como hace seis años... —murmura—. Es diferente, mi departamento es enorme y... sé que los chicos no son la mejor compañía, pero te sentirás cómoda, lo prometo. Sería mientras consigues algo y tu habitación es la que queda libre y esa habitación está en el tercer piso del departamento, por lo que está alejada de los llantos de Jeongin, de mis peleas por el cereal y de cuando jugamos videojuegos —habla rápidamente y eso me genera ternura—. No tendremos que vernos sí no quieres.

—¿No te molesta? ¿No es incómodo? No quiero invadirte y... —suspiré—, no sé como llevas lo de Sohee.

—¿Qué Sohee? ¿Cuál Sohee? No recuerdo ninguna Sohee.

Kim | Chaesoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora