JISOO
Play: in this shirt - The irrepressibles.
Rosé está a mi lado bailando mientras canciones al azar suenan en la fiesta de celebración.
Harry juega con Jeongin a las escondidas entre las mesas de los invitados, junto a ellos el sobrino de Irene quien baila animada con Seokjin.
Lisa a unos metros de nosotras charla con Jennie sobre diversos temas, no han dejado de reírse, y sé que no debería querer hacer de casamentera ya que mi hermana es mayor y Lisa sólo tiene diecisiete años, pero... ambas merecen algo de amor sano.
Todos merecemos algo de amor sano, un amor real, un amor único, de aquellos que te arrebatan el aliento con una mirada o una sonrisa, esos que sólo se cuentan en las películas más absurdas del género romántico.
—Kim, hey, baila —mi esposa toma mi cintura y me apega a ella dándonos vueltas mientras sonríe—. Quiero ver que te diviertas.
—Lo hago —sonrío y ella me eleva girándome—. Nos vamos a caer —me aferro a ella con miedo mientras nos carcajeamos como dos adolescentes.
—No importa, será juntas. Que buena anécdota para nuestros nietos —sonríe Rosé.
Pasan pocos segundos antes de acabar en el suelo de la pista riendo como locas.
Ella se levanta y me ayuda a imitarla. Miro fijamente sus ojos antes de lanzarme a sus labios con un hambre voraz, pero esta vez sólo para hacerle saber lo feliz que soy aquí y ahora.
Con ella.
Viví una vida atormentándome por lo que fui, lo que hice, lo que dejé que me hicieran, lo que era mejor para el resto y sin importar nada siempre me puse al final de mi lista, hasta que volví a encontrarme con Rosé. Encajamos tan bien nuevamente, como un puzzle de solamente dos piezas destinadas a ser separadas y unidas una vez tras otra.
Eso somos.
Piezas destinadas a encajar, como en el ajedrez, como en los puzzles, como los números del sudoku.
Con Rosie encajo a la perfección, yo con alma vieja y ella con alma joven.
Sabía que hace seis años no hubiese funcionado, y es que quizás así debió pasar. Al irme sabía que necesitábamos madurar, me arrepentí, sufrí y sentía que estaba dejando ir a quien me había amado de forma sincera por primera vez.
Había dejado ir a la calma de mis mil tormentas.
Rosé y sus dibujitos, Rosé y sus bóxers extraños, Rosé y sus cómics, Rosé y su aliento que huele a menta y café. Podría describirla todo el día y jamás me detendría. Cada detalle que he memorizado de ella me hace entender que ésta es la realidad que quiero vivir eternamente.
Hoy finalmente dejé ir a la Jisoo de trece años lastimada por un abusador. Hoy la suelto y la abrazo diciendole 'todo estará bien, estaremos bien, estoy bien y te cuido'. Pero lo mejor que puedo decirle tal vez es que, hoy al fin alguien nos cuida, hoy podemos confiar. Hoy definitivamente brilla el amor y la paz para nosotras.
—Te amo, Jisoo —susurra mi esposa contra mis labios y vuelve a besarme.
El mundo se detiene con tan solo oír la melodiosa y profunda voz de aquella chica de dieciocho años a la que increpé hace seis años en un pasillo de la universidad, con sólo saber que después de tanto dolor... al fin es mía y yo suya, al fin nos amamos y nos pertenecemos.
No somos 'nuestras' de forma posesiva, simplemente su alma y la mía van a danzar por el resto del universo en todos los amores que debamos compartir.
Rosé es el amor de mi vida hoy, mañana y siempre.
—Te amo mucho más, amorcito... —murmuro y ella se ríe.
—Que apodo de mierda —Rosé se burla—, llámame así toda la vida, por favor.
La sinceridad en su mirada y sus palabras tan únicas.
—Lo haré.
No miento. Jamás lo hago y eso lo he aprendido de ella.
Aprendí a no mentir por mi esposa. Aprendí a no mentirme.
No me mentiré nunca más.
—¿Leíste los anillos? —se quita el suyo y observo el mio.
Lo sostengo entre mis dedos al quitarlo, dentro tiene un grabado.
'Maestra Kim'; mis ojos se llenan de lágrimas mientras comienzo a reír.
Es una idiota, una niñata idiota, pero la amo y estoy loca por esta mujer soberbia e irreverente.
—Tonta.
—El mío dice 'Alumna Park'. Así siempre recordarás como partimos, Kim.
—Siendo maestra y alumna —susurro sonriente y acomodo el anillo en mi dedo anular—. Me encanta.
—A mí... me encantas tú, maestra Kim —Rosé me besa.
Toma mi cintura y paso mis brazos por su cuello. Siento los flashes, muy probablemente son de nuestra familia y amigos.
—Kim... —susurra ella contra mis labios—, lo bueno de ser tu esposa es que-
—Me moriré antes porque soy mayor y mi dinero será tuyo, ya me lo dijiste, Rosie —giro mis ojos interrumpiéndola.
—Esos ojos —Rosé gruñe y beso sus labios logrando que relaje su ceño fruncido—. No, lo bueno es que, al fin puedo decir que el trasero de mi esposa es el mejor.
—Esperaba algo romántico —me burlo.
—¿Algo romántico? —pregunta y asiento—. Bien. Espero poder ser la razón por la que te sientes amada el resto de tu vida, Kim. No quiero que vuelvas a sentirte vacía nunca más. Estaré ahí para poder completar tus espacios vacíos y pensamientos muertos.
Sonreí nuevamente sintiendo que quería llorar.
—Eres toda una poeta y prefieres hablarme de forma sucia, eh.
—¿Qué puedo decir? No puedo ser tan perfecta siempre o todos querrían casarse conmigo, y sólo tú tendrás ese privilegio.
Sonreí y la besé nuevamente.
Así tuvo que ocurrir todo.
—¡Mamás! —gritó Harry interrumpiendo nuestro beso— ¡Quiero bailar con ambas!
Jeongin llegó corriendo tras él y lo alejó de mí molesto.
Tomé a Jeongin en brazos y se aferró a mi cuello mientras Rosé se iba a bailar con Harry.
—Nim mía —gritó y Rosé negó.
—¡Éste anillo dice lo contrario Hwang Jeongin! —ella grita sonriente— ¡En tu cara, bodoque apestoso!
Jeongin se cruzó de brazos y besé su mejilla provocando un sonrojo en él. Es adorable.
Espero tener un pequeño como él con Rosie. O una niña, me gustaría ver como Rosé se comporta al conocer a su primer novio o novia.
Tengo tantos planes con mi amada rubia molesta, que Dios me de la paciencia que necesitaré para aguantarla.
Estoy tan enamorada de Park Roseanne que ni siquiera podría terminar de explicar como me siento ahora, por lo que lo resumiré a aquella canción que alguna vez bailamos en un bar de mala muerte.
«Fui hecha para amarte, bebé».
ESTÁS LEYENDO
Kim | Chaesoo
أدب الهواة𝗖𝗦» Rosé ya no tiene 18, no ama los viernes, pero sí la pizza y los cómics. Algunas cosas no cambian. Jisoo por su parte... sigue siendo una destacada maestra, todo lo destacada que puedes ser trabajando en una escuela secundaria de Los Ángeles...