𝗖𝗦» Rosé ya no tiene 18, no ama los viernes, pero sí la pizza y los cómics. Algunas cosas no cambian.
Jisoo por su parte... sigue siendo una destacada maestra, todo lo destacada que puedes ser trabajando en una escuela secundaria de Los Ángeles...
Sentí que tocaron el timbre de casa y he ido a verificar. Jisoo estaba recibiendo a Mina Myoui y Jennie decidió esconderse en el baño.
Hyunjin y Jeongin se fueron hace diez minutos a una peluquería, ya que Hyunjin quería cortar el cabello de su hijo.
—¡Mina! Dichosos mis ojos que pueden verte —sonrío y me acerco a besar la mejilla de la linda mujer de treinta años.
—Rosé, un placer como siempre. ¿Dónde está Harry? —pregunta observando tras de mí.
—En su habitación, acompáñame.
Noto que Jisoo se ha quedado molesta. Siempre insiste en que Mina coquetea conmigo, lo cual es una mentira, ojalá pero es una mentira enorme.
—Hey, Harry. ¿Qué tal estás? —murmura Mina.
El pequeño sonríe enseñando sus hoyuelos.
—Hola, estoy escribiendo un poema.
—¿Sobre qué? —sonríe Mina agachándose a su altura.
Lindo trasero, muy, muy lindo trasero...
—¿Roseanne? —habla Jisoo en la entrada y aparto mi mirada del trasero de Mina— ¿Podemos hablar?
—Voy —murmuro—. Los dejo solos, cualquier cosa estaré en la sala de estar, Myoui.
Me alejo y Jisoo jala mi mano molesta, me lleva hasta el tercer piso y me obliga a entrar en su habitación.
—Quieta, bestia —me quejo—. ¿Qué pasa?
—¡¿Cómo que qué pasa?! —gruñe molesta—. ¡Le estabas mirando el culo!
—¡Yo-...! —voy a refutar, pero me arrepiento—. Sí, pero en mi defensa-
—¡No tienes defensa! —gruñe— ¡Deja de hacerlo!
—¡En mirar no hay engaño, Jisoo! Ni siquiera somos novias.
—¡Porque no quieres! —habla molesta—. ¿Por qué la miras tanto? Dios. Es obvio que le gustas, no me gusta que la mires.
—Ella no me gusta a mí.
—Rosé, noto como la miras. Se te hace atractiva.
—Uh yo... mierda. ¡Pero me gustas tú y quiero estar contigo! —continúo—. Jisoo, hermosa... —tomo su cintura.
—No, quítate.
—Cariño —susurro en su cuello—, no estés molesta.
—No me digas cariño —se giró y salió de la habitación.
Excelente, no voy a follar hoy. Probablemente ya tengo telarañas o algo.
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Al llegar al salón Mina estaba sentada charlando con Jisoo. Esa pequeña cavernicola celosa se transformó en una amable mujer, algo bastante cínico para ser cierto.