— Por aquí — Indicó en un susurró el alfa. DongMin no dijo nada, simplemente apretó su mano más y se dejó llevar por él.
Al mirar bien llegaron a un pequeño callejón a penumbras. Era de noche, y las luces naranjas de los postes apenas llegaban iluminar esa zona.
DongMin lo miró con la mejillas ruborizadas una vez que se detuvieron en el final de el lugar, MoonBin salió a inspeccionar que el área estuviera baldía, o por lo menos que nadie estuviera cerca o con intenciones de entrar. No vió ningúna persona ni vehículo por la zona. Bingo. Así que entró nuevamente. DongMin lo miraba ansioso y nervioso.
MoonBin rodeó su cintura y lo pegó a la pared, aplastando su cuerpo con el suyo. No tibuteo nada. Acercó sus labios hasta que chocaron con los de el Omega, besándolo con desesperación y ansías. DongMin cerró los ojos rodeó su cuello y nuca, profundizando más el contacto entre sus bocas. Era cálido. Escuchaba los gruñidos de el alfa, sentía como acariciaba cada parte de su cuerpo, como se detenía a apretar a su antojo. Como su lengua follaba su boca era simplemente excitante. Tan salvaje como un animal.
Y al lado masoquista Omega le encantaba la rudeza de su alfa.
Jadeo a sentir las frías manos de MoonBin introducirse por debajo de su camiseta. Se movían Inquietas, como si nunca hubiera tocado esa parte. Y es que, aquella maldita abstinencia que tenían desde hace unas semanas los estaba volviendo locos.
Su madre los perseguía prácticamente. Cada que tenían un pequeño momento para demotrarse amor, ella los encontraba y los reprendía con una mirada de furia y asco. No podían estar libremente juntos. Era frustrante.
MoonBin vivía más irritado de lo normal, y DongMin se sentía como un cachorrito desolado.
Era mala la dependencia, pero ahora no podía estar sin MoonBin. Era una necesidad de quererlo tener cerca todo el tiempo. Necesitaba sus abrazos, besos, sus cálidas palabras, llenarse de su olor. Era lo único ¡lo único! que pedía en esta vida.
Pequeños momentos de sólo 5 minutos como esos, era lo único que podían hacer. Dónde los besos y las caricias no pasaban a más. Se necesitaban demasiado.
Compartir su cuerpo con MoonBin era lo mejor que había experimentado en su vida. Y quería repetirlo.
Ese único día, después que MoonBin lo recogió de la escuela decidieron escaparse aunque sea por una hora. El alfa condujo a un lugar poco transitado hasta que encontraron ese callejón.
— B-Bin — Tartamudeo con la voz excitada. Apenas pudo reaccionar cuando el alfa le dió la vuelta bruscamente, dejando su pecho contra la pared. Podía sentir la dureza de su erección rozando con su trasero. — Uhm... ¿Qué harás?
— Podemos hacerlo aquí. No hay nadie cerca — Su voz sonó más grave de lo normal.
— ¿Estás loco? No lo vamos hacer aquí MoonBin. Estaré Incómodo — Protestó con las mejillas coloradas.
— No te voy a desnudar. Simplemente bájate un poco el pantalón y yo la cremallera. Será fácil bebé — Decía mientras depositaba besos en su cuello y acariciaba sus pezones por debajo de su uniforme.
Estúpido MoonBin.
Estaba calentando su cuerpo de sobremanera.
— N-no Bin... no podemos, no me gusta aquí... — Musitó ladeando la cabeza por instinto. Aquella fue una seña de sumisión perfecta para que MoonBin empezará a frotarse descaradamente detrás de él.
Gemidos bajitos salían de la boca de el Omega, quién apretaba inútilmente la pared de ladrillos de el callejón mientras se mecía al compás de las simulación de embestidas de MoonBin.
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MY BROTHER ALFA. [𝙊𝙈𝙀𝙂𝘼𝙑𝙀𝙍𝙎𝙀]𝙱𝚒𝚗𝚠𝚘𝚘
FanfictionUn día en un campamento familiar le llega el celo. Sus padres, alarmados, corren a buscar supresores. Lo dejan sólo con su hermano mayor. Los instintos de ambos se descontrolan y empiezan a reconocerse, no como hermanos, si no, como Alfa y Omega. ♡P...