MoonBin pensaba que esas semanas que había durado fuera le iban a servir para poder olvidarse de DongMin.
Hizo todo tipo de cosas, mantuvo su mente ocupada con cualquier trabajo que le dejaban con el fin de que su conciencia y su corazón dejarán de lastimarlo, evocando todo lo sucedido y haciéndole ver qué era el alfa con la peor suerte de el mundo.
Pero no pudo lograrlo ni dormido.
DongMin se convirtió en su pensamiento al despertar y como último al dormir.
Le habían presentando varias Omegas que eran hijas de colegas de su padre, y por más que intento salir con ellas, no pudo sentirse agusto. Ya no le llamaban la atención. Eran completamente insípidas para él.
Cuando supo que era su última noche, estaba más nervioso que nunca. Volvería a verlo, y no sabía como iba a reaccionar, si iba a poder seguir con el dichoso trato de alejarse. Sus manos picaban por tocarlo, y sus labios por volver a besarlo. Sabía que aquel pequeño con el que compartía techo era prohibido, pero aquello le daba una sensación tentadora de cometer aquel pecado. A fin de cuentas, lo correcto e incorrecto no existía para él.
Al día siguiente, al pisar corea, todo se convirtió en un mar de sentimientos encontrados. Cuando llegó a su casa abrazó a su madre con toda sus fuerzas, y esperó ver a DongMin asomado en algún lado, aunque no fuera hablar con él, le servía ver su rostro de nuevo y oler su hermoso e inigualable aroma. Para su mala suerte el pequeño no estaba, se había ido a una fiesta. Sus ojos se ensancharon y sintió los músculos de su cuerpo tensos, pero por suerte le habían dicho que era a uno de esos lugares de adolecentes. Estaba más aliviado, pero eso no le quito la preocupación y el disgusto de saber que DongMin estaba fuera y de noche.
Tal vez podía arreglar las cosas con él, intentar llevarse bien. No podía soportar el hecho de tener que ser indiferente. No le gustaba para nada. Así que fue a la heladería y compró un par de tarros de su sabor favorito y los guardó en el refrigerador de la casa como sorpresa
O reconciliación. Quién sabe.
Esperó por unas largas horas. Johnny, uno de sus amigos, lo invitó a una fiesta. No quería aceptar porque estaba muy cansado de el viaje, pero a fin de cuentas tampoco quería pasársela aburrido. Así que dijo 'sí'
Sin saber lo que le esperaba en aquel lugar.
Justamente, en aquel sitio que era exclusivamente para adultos, dónde había alcohol, muchos alfas borrachos y altamente peligrosos, dónde tener sexo en vivo era casi lo más común de ahí, encontró a su "hermanito"
A él tonto que supuestamente estaba en un lugar "inofensivo"
Por dentro sintió una alegría increíble por verlo después de tantas semanas. Sintió como algo revivía, como aquella flor que se había marchitado volvía a tener su color y su olor, como su corazón latía fuertemente. Una sensación, un escalofrío indescriptible. Dándose cuenta que sus sentimientos por él sólo habían incrementado más. Su alfa corría en círculos moviendo la cola al sentir a su compañero cerca.
Pero también una rabia violenta lo invadió. Esa pequeña ratita había mentido. Estaba ahí, sosteniendole la mirada, atónito y aterrorizado, aunque eso era lo que menos le importaba.
Cerró los puños y sin importarle la cantidad de personas que había en ese lugar, avanzó hacia donde estaba el Omega, el cual, preso de el pánico, salió corriendo, perdiéndose en la bruma de personas que se quejaban cuando los empujaban.
Hacía bien.
MoonBin logró correr detrás de él, intentando alcanzarlo. Iba como alma que lleva el diablo, y si atrapaba a DongMin
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MY BROTHER ALFA. [𝙊𝙈𝙀𝙂𝘼𝙑𝙀𝙍𝙎𝙀]𝙱𝚒𝚗𝚠𝚘𝚘
FanficUn día en un campamento familiar le llega el celo. Sus padres, alarmados, corren a buscar supresores. Lo dejan sólo con su hermano mayor. Los instintos de ambos se descontrolan y empiezan a reconocerse, no como hermanos, si no, como Alfa y Omega. ♡P...