Al mismo tiempo en alguna parte desconocida del mundo humano: Seire.
Narra: Seire
No sé cuánto tiempo he estado vagando, sin comer ni dormir, tal vez días, semanas o quizás meses. Nunca pensé que el mundo humano fuera tan peligroso pero cada cosa en este lugar ha querido matarme desde que llegué.
Todo comenzó una noche como cualquier otra, yo organizaba el protocolo de un evento de bienvenida que se realizaría a la mañana siguiente, de pronto por debajo de la puerta, empezó a filtrarse una cantidad de luz enceguecedora, corrí a toda velocidad para abrir la puerta y sentí un gran estallido de energía proveniente de su majestad Garel quien estaba siendo engullido por una gran masa de luz, intente llegar a él pero en una fracción de segundo desapareció justo frente a mis ojos.
Al segundo siguiente cada sonido en toda la ciudad de Palacius cesó en su totalidad, sin ser consciente de eso incluso contuve la respiración y no logré moverme, fue como si de repente desapareciera la gravedad, aquella presencia que lo inundaba todo, que era como toda el agua del océano, ahora no estaba.
Tal vez, me tomó un minuto entender lo que pasaría después, por eso tan solo 60 segundos después corrí a la sala donde me encontraba antes y de entre todas las cosas solo me importaba un objeto, lo tome con agilidad y lo guarde celosamente en la armadura que cubría mi pecho.
Estaba listo para empezar a correr lo más lejos posible cuando un gran grupo de demonios empezó a rodearme. Había tardado demasiado en reaccionar, demasiado lento.
—¿Ya te vas? Pensamos que querrías jugar con nosotros... con nosotros —dice la voz burlona de Beliel y otro repite a forma de eco, escucho algunas risitas.
—¿A dónde fue tu dueño? pequeña perra —Una voz habla esta vez detrás de mí, más cerca de lo que me gustaría. No respondo, no puedo caer en su juego, tengo que salir de este lugar.
Cada vez llegan más demonios, inundando la sala del trono, se escuchan como murmuran entre ellos, pero un grupo está solo enfocado en mí, no pretenden dejarme pasar fácilmente, justo como lo deduje al haber un vacío de poder, solo la anarquía reinaría, todos se olvidaran de cualquier forma de civilización y se volverán solo bestias esclavos de sus instintos primitivos.
—No tengo tiempo para jugar con ustedes —digo mientras empiezo a saltar para pasarle por encima a todos los que me están trancando el paso.
—No vas a ningún lado, Seire —uno de los amotinados, sujeta mi largo cabello y otro me propinó un certero golpe en el estómago, eso dolió, no pude evitar toser.
Sin dudarlo desenfundó una de mis espadas, la más corta, para liberarme de su agarre corto mi cabello. Cuando estoy a un par de metros con mi mano libre desenvaino mi otra espada del doble de tamaño que la primera.
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Pecado de llamas violetas [MAQUIAVLICA LIBRO I]
FantasíaGemma ha estado viviendo de forma despreocupada e irresponsable los últimos 10 años en el mundo demoníaco. Pero ahora, las cosas están a punto de cambiar, el Rey de los demonios ha desaparecido sin dejar rastro y ella, la siguiente en la línea de su...