Narra: Gemma
Vivir como un humano no ha sido fácil, con todas mis fuerzas reprimo mi naturaleza, cuando estoy sola no es tan complicado, el problema es cuando hay demasiadas personas, mi necesidad de control y mi poca paciencia son mis enemigas, si ellos supieran la cantidad de veces que han estado a punto de morir, no se acercarían tanto.
En el instituto Saint Virmar no paran de hablarme, al parecer algo en mí les envía la señal equivocada de que soy una persona accesible de las que pueden ser amigos.
Hoy empieza una nueva semana de clases, me apresuro a llegar al instituto, veo a muchos jóvenes escandalosos y malolientes, intento ignorarlos. Camino con calma hacia el interior del edificio, en el salón de clases aquella chica me habla de nuevo, Jilian, una joven humana, cuyas emociones son tan calmas y despreocupadas, podría decir que su presencia no me resulta del todo molesta.
Nuestra segunda clase fue cancelada y para pasar el tiempo caminamos sin rumbo por el lugar, la estructura del edificio es la combinación entre una edificación antigua y construcción moderna, en colores ocre con blanco, el edificio principal es de seis pisos, como anexo tiene un gimnasio de dos pisos, un campo de fútbol, un estacionamiento y un área verde parecido a un parque. Durante mi recorrido me doy cuenta de algo raro, siento que de nuevo alguien me ha estado persiguiendo.
—Olvide algo en el salón, espérame en la cafetería, te alcanzo en un momento —le digo rápidamente a Jilian y no le doy tiempo de responder nada.
Me voy dejando a la chica un poco confundida pero como sospeche aquella presencia que nos había estado siguiendo iba tras de mí.
Aumento mi velocidad, mi intención es que me sigan a un lugar donde no haya nadie, cuando sé que no hay nadie aparte de los sujetos que me están siguiendo, me detengo y volteo a la dirección donde siento su presencia.
—Sé que están ahí, será mejor que salgan —digo, pero no obtengo ninguna respuesta —¿Por qué me han estado siguiendo? Salgan de una vez, no me hagan ir a sacarlos de su escondite —añado con un tono de voz más frío, no tengo mucha paciencia si me hacen volver a repetir lo mismo los voy a matar.
—Lo siento. No queríamos molestarte —dice una chica que sale de la parte de atrás de una pared su cabello es negro, muy blanca. Lleva puesta una falda negra, una camisa blanca y un saco negro —Te dije que se daría cuenta si la seguimos —esto ultimo no me lo dice a mí.
—Solo queríamos conocerte. Por eso mi hermana insistió en seguirte —esta vez es la voz de un muchacho que camina junto a ella, acercándose a mí, se parecen, su cabello es negro, su piel es blanca, lleva puesto algo que parece un uniforme, pantalón negro, camisa blanca y un saco negro —Ay —exclama cuando la chica le da un codazo.
—¿Quiénes son ustedes? —Los dos individuos frente a mí, no son humanos, pero tampoco son demonios, su olor es algo diferente.
—Yo soy Adonis y ella es mi hermana Jo, hace un par de semanas estábamos paseando por la ciudad y de pronto te vimos pasar, tú ni siquiera nos notaste, pero para nosotros que conocemos el olor de cada criatura de este lugar, verte fue mas raro que ver un unicornio rosa... Ay, eso duele... —Jo le da una fuerte patada de pronto y lo aparta de su camino para acercarse aún más a mí.
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Pecado de llamas violetas [MAQUIAVLICA LIBRO I]
FantasyGemma ha estado viviendo de forma despreocupada e irresponsable los últimos 10 años en el mundo demoníaco. Pero ahora, las cosas están a punto de cambiar, el Rey de los demonios ha desaparecido sin dejar rastro y ella, la siguiente en la línea de su...