Pecado de llamas violetas [MAQUIAVLICA LIBRO I]

👑 Capítulo: 30 ⚔️

Se nos agotaba el tiempo y este grupo de licántropos estaba más que lejos de ser un ejército, habían traído todo lo que podían ofrecer, eso incluía a ancianos y niños.

Hacía apenas minutos que había terminado mi conversación con Jo y Adonis, dado que desde el principio nuestro plan de ir a la guerra contra los demonios amotinados no incluía a mi padre, decidimos no informar lo sucedido con Sasha a los demás.

Los tres decidimos que lo mejor es concentrarse en la preparación de nuestra ofensiva, de lo sucedido con la bruja nos ocupamos cuando ella despierte. Lo pusimos en la lista de pendientes justo después de intentar no morir antes de que ese momento llegará.

El amplio terreno detrás de la mansión se convirtió en un campo de entrenamiento, algunos se ejercitaban y otros ya estaban enfrascados en alguna pelea uno contra uno.

Pequeñas construcciones de madera se alzaban a lo largo del todo el terreno, a partir de este momentos esto pasó a ser un campamento permanente de entrenamiento.

David parece estar inspeccionando una de las pequeñas construcciones de madera que por ahora será una enfermería y farmacia al mismo tiempo. Me hace sentir más tranquila que a pesar de todo lo que dijo ayer, el día de hoy se está esforzando por encontrar un lugar, por ayudar en aquello que le es posible.

Las mismas personas que estuvieron en la reunión que se llevó a cabo el día del baile, hoy están de pie en torno a una mesa colocada a pasos de la mansión. Ankor me hace señas para que me acerque. Su postura es rígida, habla y cada músculo de su cuerpo se tensa.

—Cuando los demonios aparezcan, marcharemos a su encuentro —dice uno de los hombres.

Por un instante pensé que el hombre intentaba hacer un chiste pero cuando me di cuenta que lo decía en serio me vi obligada a intervenir.

—Eso no funcionara, si hacemos eso perderemos una ventaja táctica, ustedes conocen este mundo y ellos no, lo mejor será controlar el terreno donde se lleve a cabo el enfrentamiento —digo

—¿Qué propones?. No podemos decirles que vengan justo al lugar que decidamos —dice la anciana.

—Ellos no esperan encontrarse con ustedes, antes de cualquier otro ataque a este mundo, la prioridad que tendrán será encontrarme a mí. Podemos usar eso a nuestro favor —

Todos en torno a la mesa me miran con demasiada atención. Mi plan es malo, es suicida, pero sigue siendo mejor que no tener plan.

—He estado conteniendo mi energía y ocultando mi magia, pero cuando los demonios amotinados consigan abrir una puerta entre los dos mundos, puedo dejar de ocultar mi magia y atraerlos hacia un lugar que nos sea conveniente para la batalla, pensaba en un lugar como el bosque a las afueras de la ciudad. Podemos aprovechar el elemento sorpresa, no los ataquemos a todos a la vez, podemos dividirlos y atacarlos por separado; si estamos en un terreno irregular y con muchos obstáculos también podemos ocultar nuestro número exacto, estaremos en desventaja numérica pero ellos no tienen porque saberlo —explico mientras señalo en el mapa como podíamos usar el bosque.