Lanza La Moneda [Traducción]

87: Cambios.

   Había algunos sentimientos de Naruto que el Demonio no podía controlar.

      Su preocupación por Sai, su disgusto por ser la causa de sus problemas, la necesidad que había sentido de llegar a Sasuke después de la segunda tarea, su deseo de saber de dónde había venido y quiénes eran sus padres, la calidez que se extendía a través de él sin fallar cada vez que llegaba tarde a casa y Shisui le había dejado un tazón para que cenara… Esos eran suyos, sin duda, y eran cosas que la ira que se filtraba a través de la jaula no podía tocar.

      Pero tenía miedo de que no siguiera siendo así si no arreglaba el sello.

      Se movió la puerta, muy ligeramente. El sello de papel pegado a la jaula solía ser plano y delimitaba perfectamente los dos lados, pero ahora estaba un poco distorsionado porque la puerta se había abierto solo un poco. No lo suficiente como para que hubiera siquiera una lágrima y, sin embargo, lo suficiente como para que el chakra se escapara, para que los límites entre sus pensamientos y sentimientos se desdibujaran aún más.

      Naruto tenía que arreglarlo sin importar qué.

      —¿Qué es? —preguntó Akira, molesto, cuando Naruto lo llamó en el claro. Ni siquiera estaba seguro de que el zorro apareciera; todavía estaba enojado por la participación de Akito en todo el desastre del Bosque de la Muerte, y Naruto no esperaba ver al pequeño zorro por un tiempo.

      Su disculpa tendría que esperar.

      —¿Sabes algo sobre sellar?

      Tiempos desesperados, medidas desesperadas, aunque no sabía qué uso podrían hacer los zorros de los sellos.

      —¿Eres tonto? El sellado es una de nuestras especialidades.

      Naruto se quedó boquiabierto.

      —¿En serio?

      —Sí. ¿No es por eso que querías contratar con nosotros en primer lugar?

      No dispuesto a parecer más tonto de lo que Akira ya pensaba que era, Naruto se rió, desdeñoso.

      —Por supuesto. Pero no sé si serás lo suficientemente bueno para eso.