55: Batalla Sangrienta.

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Naruto abrió los ojos y vio una jaula

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Naruto abrió los ojos y vio una jaula. 

    Vio barras cortando el mundo en jirones desiguales, un mundo del que ya no podía formar parte. Estaba a un lado de los barrotes y él al otro. Siempre lo estaría. No pudo salir. Estaba atrapado.  

    Se despertó en medio de la noche y sintió que las paredes se cerraban a su alrededor, escuchó el sonido de una llave convirtiéndose en una cerradura y se olvidó de cómo respirar. 

    Naruto intentó escapar del hielo y no pudo. Estaba atrapado de nuevo. Enjaulado, de nuevo. 

      —Déjame salir.

Déjame salir.  

      —¡Déjame salir!

¡Déjame salir!  

      —¡No!  

Puedo ayudar. Déjame salir. Yo te ayudaré. 

      —¡No no!  

¡Nos quedaremos atrapados aquí si no me dejas! 

    Naruto volvió a golpear el hielo. Se rompió un hueso. No lo sintió. 

    Tenía que salir, o sería el zorro quien lo hiciera. El demonio estaba aullando y sacudiendo su jaula, gritando dentro de su mente, y el control de Naruto sobre su propia cordura era tan tenue, enojado, asustado y desesperado. Tenía que salir, tenía que salir antes-

Sasuke lo empujó. 

Haku , porqué era Haku, Haku del bosque, tan agradable y dulce, tan familiar de alguna manera, sin rostro pero igual, se estrelló contra Sasuke, apuñalando una aguja en su garganta. Sasuke se estrelló contra el suelo. 

Lanza La Moneda  [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora