51: Conversaciones serias.

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Anko le advirtió en voz baja: "lo que sea que escuches, trata de no actuar demasiado sorprendida"

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Anko le advirtió en voz baja: "lo que sea que escuches, trata de no actuar demasiado sorprendida".

    Izumi no creía que pudiera lucir más estupefacta de lo que ya estaba, así que con un poco de suerte las dos mujeres pensarían que era su expresión de reposo. 

    Se habían dirigido a la posada de Tsunade, ¡la maldita Tsunade, una de los tres sannin legendarios sabios!

    Se sentaron en una pequeña mesa en la sala común. Tsunade ordenó sake a la recepción, a pesar de su estado de embriaguez y la mirada de desaprobación de la joven que estaba con ella, Shizune, había dicho.

      —Supongo que sabes por qué estamos aquí— Dijo Anko una vez que tuvieron sus vasos llenos. Izumi se había negado, sabiendo que su madre la despellejaría viva si sabía que estaba bebiendo, y lo sabría, de una forma u otra. Shizune también se negó. Estaban una frente a la otra. Sin embargo, Izumi no podía pensar en un mejor lugar para estar. Estaba temblando de emoción.

      —Habría oído hablar de eso si el anciano estuviera muerto— Dijo Tsunade arrastrando las palabras. Había ira hirviendo a fuego lento justo debajo de su fachada desinteresada, como si estuviera resentida con ellos incluso por estar aquí.

      —Tienes razón, no está muerto. Pero tan pronto como se presente un reemplazo adecuado, el Sandaime cederá su lugar.

    Así que de eso se trataba la advertencia de Anko. Izumi hizo todo lo posible por ocultar su sorpresa, incluso si con la poca atención que se le prestaba, no importaba mucho.

    ¿Era esa la razón por la que estaban aquí? Para traer de vuelta a Tsunade para que… ¿Para que ella pudiera tomar el asiento del Hokage?

    Era cierto que el Sandaime estaba envejeciendo. Técnicamente, ya había sido reemplazado una vez. Izumi tenía imágenes vagas y desvaídas del Yondaime en su mente. De su sonrisa y cabellos brillantes, corriendo por el pueblo y saludando a los niños en la calle. Tenía muchos más recuerdos del viejo Sandaime y su comportamiento amistoso, pero sabía que su posición era... precaria ahora. 

Lanza La Moneda  [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora