Lanza La Moneda [Traducción]

90: No pueden entender.

      —Entonces, ¿vas a ayudar o no?

      Naruto estaba tratando de parecer más firme de lo que era, y no estaba haciendo un gran trabajo, a juzgar por la mirada poco impresionada de Akira. Se miraron el uno al otro por un momento, desafiantes, pero la tensión fue arruinada por Akito saltando entre los dos con una sonrisa emocionada.

      —¡Por supuesto que sí! Lo haremos, ¿verdad, Akira?

      El zorro mayor suspiró dramáticamente, mirando a la impaciencia de su hermano menor que siempre arruinaba su actuación. En aras de no enemistarse más con él, Naruto se abstuvo de burlarse de él.

      —Me lo deberás, Naruto —Akira finalmente estuvo de acuerdo, e incluso si su resistencia había sido principalmente una actuación, Naruta,o se sintió aliviado.

      —Gracias, Akira —dijo, sincero, y Akira miró hacia otro lado con un puchero y un encogimiento de hombros, como si dijera "lo que sea". Akito estaba radiante a su lado.

      —Muy bien, hagamos esto entonces. Eh, puedes... puedes acercarte —dijo Naruto a su espalda.

      Gaara se alejó del árbol detrás del cual se había medio escondido. Se acercó, con pasos lentos y medidos, como si los dos zorros fueran a saltar sobre él en cualquier momento. Se dirigió directamente a Naruto.

      Extendieron la mano instintivamente, tan pronto como él estuvo lo suficientemente cerca, para tomarse de la mano.

      Gaara estaba tan distante como siempre, callado y retraído, pero la diferencia ahora era que estaba viviendo en el espacio personal de Naruto tanto como podía.

      Antes de que se conocieran, Naruto podía contar con los dedos la cantidad de veces que alguien le había puesto la mano encima sin intención de lastimarlo. El único que alguna vez hizo eso fue Shisui, y ya era lo suficientemente impactante, pero esto estaba en otro nivel. Habría esperado que Gaara estuviera bastante frío al tacto, para igualar su comportamiento helado, pero en realidad corría tan caliente como la arena calentada por el sol del desierto. Su piel también estaba igual de seca, aunque Naruto se dio cuenta de que no se puso la armadura cuando estaban juntos en el bosque.