Cuando Taehyung conoce a un habitante de Andrómeda IV, el grupo aislado más poderoso de la galaxia y al que su padre tanto desprecia, su vida dará un giro de 180°, ¿traerá consecuencias negativas a su planeta o sólo será una aventura fugaz?
🪐Taegi
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"Conozco el dolor que escondes tras la sonrisa de tu cara"
—Listo— dijo satisfecho.
Taehyung sonrió.
—Lo logramos.
Suga frunció el ceño.
—¿Qué?— rio —Sin mí habrías tenido que estirarte por las herramientas— levantó sus hombros.
El otro negó con la cabeza mientras sonreía.
—Debemos probarla, ahora vengo— Suga se levantó y caminó hasta el área de seguridad de la base.
Ahí revisó las cámaras ubicadas en los los alrededores, los sensores de movimiento y las frecuencias de las naves cercanas.
No quería que alguien los descubriera y diera aviso a su padre o a Jungkook.
Todo parecía estar a su favor.
—Todo despejado, salgamos—ordenó.
Tomó aquel artefacto, tan sorprendente para Taehyung, y absorbió la nave. Una vez afuera, caminaron hasta un área segura, Suga hizo aparecer la nave y le indicó a Taehyung que podía subir.
El otro corrió emocionado, subió a su nave, y la encendió.
Todo parecía estar en perfectas condiciones, el panel de control no marcaba ningún error o falla, procedió a hacerla volar y la mantuvo en el aire por unos cuantos minutos.
—Perfecta—suspiró.
Hizo que la nave tocará el sueño una vez más, la apagó y salió de ella, buscando a la persona que lo hizo posible.
—Funciona a la perfección— sonrió.
—Excelente, ahora puedes volver a casa— dijo tranquilo.
—¿Podemos posponer mi partida hasta después de comer?— dijo, mientras se acercaba a Suga y lo abrazaba por los hombros —No quiero irme sin probar tu comida una última vez— hizo un puchero.
Suga se apartó del abrazo y lo miró directamente.
—¿Esperas que además de arreglar tu nave, también cocine para ti?
Taehyung fingió pensar.
—Sí— soltó una suave risa — yo puedo cortar los vegetales.
El otro suspiró, pero terminó aceptando.
Guardaron la nave y caminaron de regreso a la base.
Mientras Suga cocinaba, Taehyung fingía ayudarlo. Hablaron sobre cosas sin sentido, el sonido de los platos y sus risas era lo único que podía escucharse por todo el lugar.
