Unfair.

Piso 30.

[Ocho individuos arrestados: 06/06/2026]

Era la quinta vez que la cámara se encendia está noche, para mala suerte de los oficiales no sería la última, se escuchó un bostezo de fondo para que luego la imagen terminará enfocando, delante había dos personas, una mujer de cabello castaño y con algunas manchas de sangre manchando su ropa.

A su lado estaba un hombre pelirojo, revisando si ella no estaba herida, al parecer padecía de heterochromia pues sus ojos lucían dos colores distintos, Azul y verde, la ropa de él también tenía manchas de sangre además de algunas rasgaduras.

— Nombres...

Constantine - Oh si, Constantine Leone.

Naimé - Naimé Lockhart.

— ¿Que hacían ustedes dos en el hotel?.

Constantine - Solo estábamos ayudando a un amigo.

Naimé - Mhum Mhum.

— Las demás personas que arrestamos con ustedes, ¿Son sus amigos?.

Naimé - Esa información es confidencial.

Constantine - Mucho muy mucho.

— . . . Claro...

[ . . . ]

Un piso a la vez, corriendo escaleras hacia arriba sin detenerse, así fue como finalmente llegó al piso treinta, al intentar abrir la puerta que le daba acceso a ese piso se dió cuenta de que se encontraba bloqueada, era algo obvio que harían eso, solo un idiota dejaría la puerta abierta para dar libre acceso a los atacantes.

Fran - ¡Mierda!... ¿Y ahora que?... — Estiró lentamente su brazo hasta que su puño tocó la puerta. — . . . Jin puede romper muros... Tal vez yo también pueda hacer esto...

Lanzó un pequeño golpe para tantear la dureza que tenía la puerta, no era metálica pero aún así era rígida, estaba dudando pero tras tomar aire y reunir el coraje suficiente pudo dar un golpe decente a la puerta, está se abrió violentamente después de recibir el puñetazo.

Fran - . . . Wow... — Cerró el puño mostrando una pequeña sonrisa arrogante. — Soy más fuerte de lo que imaginé. — Su sonrisa se borró casi de inmediato al ver que detrás de esa puerta había todo un grupo armado. — Ouh...

Ahora estaba solo, no tenía a sus amigos como apoyo así que debía encargarse de todos ellos por su cuenta, sus oponentes estaban armados con macanas y tasers, si no se movía correctamente seguro que acabaría muerto o muy mal herido.

Pero ya no podía echarse para atrás, había llegado hasta aquí así que huir no era una opción, lleno de dudas y determinación levantó los brazos poniéndose en guardia, era hora de poner en práctica todo lo que Shizuka le habia enseñado, no había vivido un infierno por meses para nada.

Fran - Antes, creo que debo quitarme los len- — Hizo su cuerpo hacia atrás para esquivar el puñetazo que venía en su dirección. — ¡Agh! ¡Estos lentes son muy caros, ni se les ocurra romperlos!.

Así empezó, se podía decir que este era su debut oficial pues a pesar de tener combates previos, era la primera vez que iba totalmente enserio. Pronto se dió cuenta de que enfrentar a un grupo tan grande realmente no era tan complicado, el pasillo era estrecho y muchos de ellos se estorbaban entre sí impidiendo que la mayoría llegará hasta el rubio de primeras.

Esquivar, golpear, desviar, mover, bloquear. Todo eso estaba en su cabeza mientras peleaba, la adrenalina inundaba su sistema, al principio estaba siendo algo tosco, bruto pero con el tiempo sus movimientos se volvían más fluidos, estaba ganando libertad al pelear.