Eric había conseguido entradas para el clásico.
Estaba con ganas de dar saltitos y gritar.
Llevaba la camiseta de Pedri, el amigo de Eric y Javi, que había venido alguna vez por casa y me llevaba genial con él.
Teníamos unas de las mejores entradas y lo veríamos desde primera fila, no me lo podía creer.
No había podido ir a un partido desde que era una pequeña adolescente.
Eric y Javi no se perdían ni uno, pero yo siempre tenía cosas que hacer y al final nunca podía ir.
Estábamos en el coche, esperando a Javi para irnos.
- Sigo sin creerme que vaya a ver un clásico después de tantos años. -comenté ilusionada.
- Todo lo que sea para mi chica favorita. -me sonrió Eric.
- Tu única y favorita. -le contesté y él soltó una risita.
- Tenemos pase vip con los del equipo para la fiesta de después si ganan el partido, pero si quieres podemos volver a casa tu y yo solos. -murmuró cerca de mi boca y atrapó mis labios en un pequeño beso.
- O simplemente podemos irnos a algún lado apartado en la fiesta. -murmure entre besos.
- Joder, como te quiero. -gruñó y volvió a besarme.
- Se acabó la ronda de besos a no ser que me una a vosotros, asquerosos. -la voz de Javi entrando al coche me hizo soltar una carcajada.
- ¿Quieres un besito, Buyer? -le pregunté picándolo.
- No quiero ganarme una ostia de mi hermano. -contestó indignado.
Solté una carcajada mientras Eric arrancaba.
Puse música y Javi y yo nos pusimos a cantar a todo pulmón.
Al llegar, él fue el primero que bajó del coche y yo le seguí, seguida de Eric.
- Voy a compensarte esto mil veces, Eric. -le miré alucinada de estar ahí.
- Compénsamelo estando siempre conmigo. -me sonrió.
- Hasta que la muerte nos separe. -sonreí.
- Hasta que la muerte nos separe, Val. -me sonrió él de vuelta.
Siempre nos decíamos eso.
Y lo adoraba.
Era algo nuestro.
Y real.
Entramos al campo y al estar en primera fila yo no me lo podía creer.
Los equipos estaban calentando y cuando Pedri nos vio, corrió a saludarnos.
- Me alegro de veros por aquí. -nos sonrió.
- Ganad esto, confiamos en vosotros. -le contestó Javi.
- Bonita camiseta, Val. -me sonrió a mi.
- Firmada y todo, ¿has visto? -me reí y él chocó su mano con la mía.
Se fue a seguir calentando y nosotros nos sentamos, no tardarían en empezar.
Y así fue.
El partido empezó y por algún motivo u otro, mis ojos se centraron en el número seis.
Jugaba tan bien, no daba por perdido ningún balón y llegaba al área cada vez.
Yo gritaba cada vez que se acercaban o hacían una buena jugada.
Hasta que el número seis metió y el estadio saltó en aplausos y gritos.
El chico corrió por el lateral, besando el escudo de su camiseta y sonreí de forma inconsciente.
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Silencio +18 - Gavi
FanfictionValeria lleva saliendo tres años con Eric Ruíz. Siempre han dicho que estarán juntos hasta que la muerte los separe. Pero la muerte tiene nombre y apellido, Pablo Gavi. Cuando Valeria se topa con el sevillano con problemas de ira, se dará cuenta de...