Volvimos a casa más tarde que nunca.
Conduje con cuidado porque había bebido un poco y teníamos que llegar sin ningún susto.
En cambio, Gavi..
Iba trifásico perdido.
No podía dejar de reírme al verle o escucharle.
Después de lo que había pasado con esa tal Sam, habíamos seguido jugando y riendo con sus amigos y él no había parado de beber.
- ¿Te he dicho alguna vez que tengo a la mejor novia del mundo? es la más guapa. -comentó cuando yo aparqué y le ayudé a quitarse el cinturón.
- Podrías decirlo más veces. -me reí.
- ¡Tengo la mejor novia del mundo! -gritó y yo le tapé la boca de inmediato.
- Vas a despertar a tu familia, Pablo. -le reñí.
Pero él se movió y se metió mi dedo en la boca, chupándolo.
Solté una risita.
- Eres un cerdo. -le aseguré mientras salía y iba a ayudarle por el otro lado.
- Y tu estás muy buena. -aseguró él.
Los dos bajamos del coche y empezamos a entrar en casa, subiendo las escaleras.
Gavi iba detrás de mi y sus manos fueron a parar en mi culo.
Lo manoseó a su antojo, apretándolo, hasta que me dio una nalgada y no pude evitar el calor que me subió por el cuerpo.
- Basta. -susurré tirando de él más rápido.
Le dio igual.
Entramos a su habitación a trompicones y cuando cerré la puerta, estampó su cuerpo con el mío, colando sus manos por debajo de mi ropa, quitándomela.
- Pablo.. -gemí cuando tiró de mi pelo hacia atrás y besó mi cuello.
Estaba borracho y me acababa de desnudar en un solo segundo.
Joder.
- Ángel, eres lo más increíble que he visto nunca. -admiró mi cuerpo y acarició mi mejilla.
Me movió hasta la cama y me tumbó en ella, tirando de mis piernas para colocarlas en sus hombros.
Oh santo cielo.
Se arrodilló y su lengua no tardó en pasar a saludar entre mis piernas.
Subió una de sus manos, rozando mis pezones totalmente duros y me tapó la boca para amortizar mi gemido.
Y su lengua empezó a jugar conmigo, lamiendo, succionando y tentando con dos de su dedos.
Este chico era otro nivel, me llevaba al maldito límite como a él le daba la gana y yo perdía el control con tan solo una caricia.
Metió los dos dedos en mi interior y yo me mordí la lengua para no gemir de nuevo.
Sus dedos y su lengua iban al compás, llevando un ritmo frenético que me hacía removerme en el colchón, llevándome al límite sin parar.
Mi cuerpo se estremeció por completo y me dejé llevar contra su boca y sus dedos.
Se separó unos segundos después, con una sonrisita triunfante y se levantó para rebuscar algo en su mesilla de noche.
Sacó un condón y se lo colocó.
Yo sonreí al verle moverse y me moví primero.
- Pablo.. déjame ayudarte. -ronroneé y él abrió mucho los ojos.
Lo senté en la cama y me senté a horcajadas sobre él, llevando su miembro hasta mi entrada y bajando mis caderas para meterlo por completo en mi interior.
Esta vez fue él el que gimió con fuerza y estampé mi boca con la suya para callarlo.
- Silencio, Pablo. -sonreí sobre sus labios y él me apretó más contra su cuerpo mientras yo me mecía arriba y abajo sobre su miembro.
- Silencio, ángel. -murmuró él tirando la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados, disfrutando de como yo me movía sobre él.
Me aferré a sus hombros y empecé a acelerar el ritmo cada vez más, jugando con él, subiendo, bajando, besando su cuello, su boca y tirando de su pelo hacia atrás, causándole gemidos sordos que se le escapan sin querer.
Estaba en el puto paraíso.
Sentí que empezaba a tensarse contra mi cuerpo y sonreí.
Estaba llegando.
Así que no dudé en acelerar el ritmo y dejar que perdiese el control.
Apretó mi culo con fuerza cuando llegó al orgasmo y yo gemí contra su cuello al llegar unos segundos después.
Salió de mi, tiró el condón y vino al instante a abrazarme.
Nos metimos debajo de las mantas y me acurruqué contra su pecho.
Sus ojos brillaban con la poca luz que entraba desde fuera, en la oscuridad.
Pasé mi dedo por su cara, por su mejilla y perfilando sus labios con suavidad.
Gavi se acercó a mi y me besó con cuidado, un beso lento, lleno de amor, que me hizo sonreír como una niñita pequeña.
Al separarnos, me abrazó y yo cerré los ojos.
- Te quiero, Valeria. -lo escuché murmurar, pero mi cuerpo ya se había rendido al sueño y dejé de escuchar o ver nada más, dejándome caer en sus brazos y durmiendo toda la noche del tirón.
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Silencio +18 - Gavi
FanfictionValeria lleva saliendo tres años con Eric Ruíz. Siempre han dicho que estarán juntos hasta que la muerte los separe. Pero la muerte tiene nombre y apellido, Pablo Gavi. Cuando Valeria se topa con el sevillano con problemas de ira, se dará cuenta de...