Trofeo

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Gavi estaba nominado a Golden Boy.

Y me había pedido ser su pareja.

Estaba tan nerviosa que se me había olvidado hasta como se respiraba.

Llevaba una hora mirándome al espejo.

Con el vestido rojo cayéndome por las piernas, largo y precioso.

Mi pelo en hondas caía también por mi espalda.

No podía salir.

Joder.

Me daba mucho miedo que las cosas salieran mal o que los fans no me aceptaran.

Aunque Gavi, Pedri y todos los demás me aseguraban que me adorarían, el miedo seguía ahí, clavado en lo más hondo de mi.

Matándome.

Temblaba delante dele espejo.

Alguien tocó a la puerta y esta se abrió unos segundos después al ver que yo no respondía.

Dos cabecitas entraron con cuidado.

- ¿Ángel? -murmuró el primero.

- Creíamos que te habías muerto, tenemos que irnos ya. -comentó Pedri entrando detrás de Gavi.

Solté una risita al escucharlo.

- Sigo viva, por ahora. -admití mirándolos.

Gavi no decía nada, su boca estaba entreabierta y me miraba con los ojos brillantes.

- ¿No te gusta? -pregunté alarmada.

- Joder, Valeria. -murmuró y se giró hacia Pedri. - ¿entiendes ahora porque la llamo ángel? -le dijo a él.

Yo solté una risita.

Pedri se acercó a mi y besó mi frente con cuidado.

- Os espero abajo, estás preciosa. -murmuró y salió por la puerta después de darle un golpecito en el hombro a su amigo.

Gavi se acercó unos segundos después y me dio un pequeño beso.

- Te adorarán, ángel, eres tan increíble que no te hace falta nada. -aseguró.

- No quiero perjudicarte a ti. -admití.

- No vas a perjudicar nada, todo lo contrario, vamos a dejarles a todos llenos de envidia y con la boca abierta antes de que te quite ese vestido y nos perdamos la gala. -sonrió y tiró de mi mano para que le siguiera.

Solté una carcajada mientras bajábamos.

Fuera había una puta limusina.

Solté un gritito al verla, Pedri ya estaba dentro y corrí hacia él, con Gavi riendo a mi espalda.

- ¿Se te han ido los nervios? -preguntó Pedri mientras Gavi entraba y cerraba la puerta.

- Un poquito. -admití.

- ¿Y tu, estás nervioso? -le preguntó a Gavi.

- Que va. -aseguró.

Algo en mi cabeza hizo clic.

Y me giré hacia Gavi con los ojos muy abiertos.

- Va a estar tu familia. -fue una afirmación, no una pregunta.

Pedri apretó los labios y Gavi se rascó la nuca, incómodo de repente.

- Te adorarán, mi hermana y mis padres son geniales, te lo aseguro. -intentó calmarme.

Pero yo ya me había olvidado de respirar otra vez.

Oh santo cielo.

Su familia.

Silencio +18 - GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora