Silencio +18 - Gavi

No te vayas +18

Y así fue pasando el mundial, día a día, viéndome con Gavi a escondidas y fingiendo estar con Eric delante de las cámaras.

Al final del día, Eric y yo nos llevábamos bien y podíamos hablar de nuevo como seres civilizados, como amigos.

Eso éramos ahora, amigos.

Y Gavi..

Mi cabeza estaba centrada en el las veinticuatro horas del día.

Me mandaba flores, tulipanes de todos los colores, cartas, desayunos que no me daba miedo comerme.

Y nos escapábamos por las noches a sitios donde nadie más podía vernos, donde solo éramos los dos.

Y el silencio.

Hoy era el última partido del mundial.

España se lo jugaba todo.

Y yo me sentía dividida por completo, porque si ellos perdían, se irían directos a España de nuevo, en cambio, yo, tendría que quedarme hasta que nuestro vuelo volviese dos semanas después.

Dos semanas.

No era tanto.

Estábamos en esos momentos, temblando todos en la grada.

Tiraban los penaltis.

Y íbamos mal.

Muy mal.

Mis ojos estaban inundados en lágrimas.

Javi y  Eric sentados ya en los asientos, rendidos.

Nadia a mi lado, cogida de mi mano.

Veía a Pedri y Gavi, junto a los demás, rendidos también.

Perdieron.

Medio estadio estalló a nuestro alrededor y mi cuerpo se derrumbó al ver a Gavi en el suelo tirado, lloraba.

Ni siquiera lo dudé cuando salté la grada y empecé a correr hacia ellos.

Los guardias corrieron hacia mi pero fue Pedri el que me vio ir hacia ellos y vino a mi encuentro, asegurándoles a los guardias que no pasaba nada.

Mi cuerpo se estrelló contra el de Pedri, que también lloraba.

- Lo habéis hecho muy bien, habéis llegado muy lejos, estoy muy orgullosa de vosotros. -murmuré contra su pecho mientras el me abrazaba con fuerza.

- Lo sé, lo sé. -murmuró él, más para si mismo que para mi.

Me separé de él y le revolví el pelo con cariño para irme a ver a Gavi, que seguía en el suelo.

Me daba igual que hubiese cámaras, no me importaba nada.

Él estaba llorando y mi corazón se negaba a verle sufrir de esa forma.

- ¿Pablo? -murmuré agachándome a su lado.

Se movió tan rápido al escuchar mi voz que no me di cuenta hasta que mie espalda chocó contra el suelo y su cuerpo tapó el mío por completo.

Gavi sollozó entre mi cuello y yo le apreté más contra mi.

- Lo has hecho perfecto, no pasa nada. -murmuré intentando tranquilizarlo.

- Podíamos haberlo hecho mejor, yo podría haber.. -empezó a culparse.

- Tu lo has hecho bien y no todo recaía en ti, no pasa nada, todo está bien, habéis llegado más lejos de lo que creíais. -se separó de mi cuello y le limpié unas cuantas lágrimas.

Él sonrió un poquito cuando me miró a la cara.

- Hay cámaras, ángel, y estás debajo de mi. -habló con una risita, la cara cambiada.