La hora debe estar cerca de las siete de la mañana, así que apenas entramos, el aroma del desayuno se siente como si lo tuviera debajo de mi nariz, lo cual es delicioso y asqueroso a partes iguales. Todavía no tengo nada en mi estómago, no llegué a tocar mi té, pero aún así el aroma hace que se me revuelva el estómago. Estamos dirigiéndonos a las escaleras, cuando Matt aparece desde la cocina, y, tal como Eslay lo dijo, está moviéndose con normalidad, como si no hubiera sido herido hace unas pocas horas atrás.
—¡Matt! —Suelto la mano de Eslay, y me acerco a Matt para darle un abrazo, el cual corresponde con una risa—. Me alegra ver que estás bien. —Me alejo de él y lo observo con sospecha—. Estás bien, ¿verdad?
—He estado peor, ¿tú estás bien?
—He estado mejor —lo imito, cambiando solo una palabra. Eslay se aclara la garganta, y en cuanto volteo a verlo levanta una ceja en mi dirección, de manera inquisitiva—. ¿Está bien tu garganta? —bromeo, y eso parece no agradarle, por el ceño fruncido que me dedica, y hace a Matt reír.
—Le están picando los celos.
—A veces desearía que no se llevaran tan bien —murmura, más para sí mismo, y no puedo evitar sonreír al oírlo. Me termino separando de Matt luego de dedicarle una mirada de ternura, y prometiendo hablarle luego, me acerco a Eslay y vuelvo a tomar su mano—. ¿Ya terminaste de coquetear?
—Tú me has visto coqueteando, Eslay, tú dime, ¿lo estaba haciendo?
—Me retiro —anuncia Matt, tomando una sabia decisión—. Estaré en tu oficina, terminando el inventario de lo que sustrajimos ayer.
—¿Lo que sustrajeron ayer? —pregunto con curiosidad y confusión, a pesar de saber que no puedo preguntar nada sobre su empleo; sin embargo, salió de mi boca con naturalidad—. No entiendo.
—Yair tenía mercancía que me pertenece. Esa es toda la información que compartiré —responde Eslay, siendo complaciente por una vez.
—¿En dónde la tenía? —Pruebo a preguntar, y cuando Eslay me da una mirada de advertencia, decido ceder a su favor.
—Si el jodido hijo de perra no se detiene después de lo de anoche, lo más probable es que las mafias entren en una guerra, y…
—Morris. —Eslay lo corto con un frío tono, y una dura expresión; esa que puede dejarte estático en tu lugar y hacerte agachar la vista. Eso es suficiente para despertar mi curiosidad—. No hace compartir detalles. Sigue. —Señala con su mentón las escaleras, y luego de despedirse, Matt sube a la oficina.
—¿Está todo bien? —pregunto, ahora más preocupada que curiosa, tomando pasos cerca de Eslay—. ¿A qué se refiere?
—Vamos, te mostraré algo —dice, anulando mis preguntas mientras le da un apretón a mi mano, y decido ignorar lo ocurrido recién mientras lo sigo escaleras arriba.
Me lleva hasta la última puerta del lado izquierdo, y con el humor renovado, sonríe mientras toma el picarte con su mano libre. No sé qué esperar, y no sé si debería tener miedo… ¿Qué podría mostrarme que solo quepa en una habitación? Sé qué no quiere follar, de lo contrario ya estaríamos en su habitación y no aquí.
Estoy por apresurarlo, pero él se me adelanta y abre la puerta, revelando lo que hay detrás de ella, y dejándome completamente sin palabras. Puedo imaginar como mis ojos brillan ante la imagen que tengo delante, y de cierta manera conmueve mi corazón. Llevo una mano a mi pecho, y termino sonriendo mientras me adentro lentamente, con Eslay pisándome los talones. Todo es tan blanco, perfecto, y adorable; siento que quiero tocar todo, pero a la vez no quiero arruinar nada en este perfecto orden.
—¿Te gusta? —pregunta, sonando un poco divertido mientras me observa—. Parece que sí, pero necesito una respuesta más firme.
—Es hermoso —admito, admirando una última vez todo antes de voltear a verlo—. ¿Cuándo tuviste tiempo de hacer todo esto?
—Antes de que te fueras —responde—. No sé cómo terminé en una tienda online donde vendían todas cosas para bebés, y sin darme cuenta comencé a agregar cosas a la lista de compras… Y así es como terminé comprando unas pocas cosas.
—¡¿Unas pocas cosas?! ¡Eslay, parece que compraste la tienda entera!
—¿Quieres que lo devuelva?
—¡No dije eso! Ya está aquí y… O no. No, no, no.
—¿Qué sucede? —Debo lucir muy alarmada para que Eslay ponga esa expresión—. ¿Qué está mal?
—¡Devuélvelo! Todo.
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De un Mafioso | Clan Crawford #1
RomanceATENCIÓN: LEER EN EL PERFIL DE @missbubblethea •Ganadora de los premios #Wattys2016 en la categoría de Lecturas Voraces •Ganadora de los #GoldenBooksAwards 1ra edición. Primer lugar en la categoría Romance|Chick-Lit|Drama 📖 1ra edición 13 de marzo...