Capítulo 58

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Termino regresando a la mansión para casi las siete de la tarde, dos horas después de haber hablado por celular con Eslay. Por supuesto, me ha estado enviando mensajes, diligentemente, cada quince minutos. No eran preguntas, y tampoco mensajes que necesitaran una contestación, solo eran mensajes con palabras que debían de ser bonitas. Supongo que le debe de haber costado mucho, pero está trabajando en esto de ser más expresivo y tomarme en cuenta, así que aprecio mucho el intento.

Como últimamente sucede, a la entrada me registran, y se aseguran de que todo sea seguro, tanto portón hacia dentro, como portón hacia afuera. Le agradezco al guardia con una sonrisa, y sigo hasta la entrada principal, donde Jaron ya me está esperando para estacionar el auto; su expresión no es la más amigable, ¿pero cuándo lo es? Así que bajo con mis cosas y le tiendo las llames con una sonrisa.

—¿Por qué no avisas cuando sales de la mansión? Estuvimos preocupados por la seguridad de ambos —me reprocha Jaron apenas estoy frente a él, y ruedo los ojos reteniendo un suspiro.

—Lo siento, no volverá a pasar, pero estoy bien. —Doy unas palmaditas a mi bolso y le sonrío—. Me enseñaste muy bien cómo usar una pistola, estoy segura de que soy muy buena.

Con una sonrisa orgullosa toma la llave de mis manos, y baja los escalones hasta mi auto, mientras entro a la mansión, dejando el bolso en la mesa junto a la puerta, y sonriéndole a Sergey. El hombre es silencioso, y se nota que no le gusta hablar mucho; sin embargo, es agradable estar a su alrededor, siempre parece muy sereno y relajado, como si no tuviera preocupaciones en la vida… Pero teniendo a su hija trabajando en la bratva, seguro como la mierda que hay noches en que la preocupación no lo deja dormir.

Me pregunto si algún día llegaré a tener su calma imperturbable, al menos en el exterior, mientras internamente muero de preocupación sin saber qué le sucederá a Eslay al salir, y posiblemente a mi hijo también.

—¿Cómo le ha ido, señorita River? —me pregunta mientras lo sigo a la cocina—. ¿Se le ofrece comer algo?

Niego—. ¿Eslay está en su despacho?

—Así es, ¿quiere que lo llame por usted? —ofrece, frenando detrás de la isla de la cocina y dándome una mirada amable.

—Está bien así. Le prometí que haría la cena para él, ¿cuál es su comida favorita? —pregunto, apoyando los brazos en la isla mientras me inclino, descubriendo que es una posición cómoda.

—El stroganoff —responde, y mi mueca de confusión saca una ligera sonrisa de sus labios, lo cual me hace sentir internamente orgullosa—. ¿Quiere ayuda esta vez?

—Por favor, sí. —Río, arremangándome el vestido mientras me acomodo a su lado y tomo la tabla de madera y una cuchilla—. ¿Con qué empiezo?

—Primero ponga a hervir agua en una olla, y… —Se acerca al refrigerador, sacando de éste un trozo de carne en un tupper y poniéndolo sobre la tablita de picar frente a mí—, luego lávese las manos, y corte la tapa de nalga de res en filetes finos. Al señor Crawford no le gusta que sean muy gruesos.

Asiento en comprensión—. Entendido.

Entonces, siguiendo cada instrucción por parte de Sergey, continúo picando cebolla, champiñones, y demás ingredientes, incluyendo la carne. Todo huele exquisito a medida que continúo cocinando, y tengo que pedirle a Sergey que pruebe por mí, pues nunca había hecho este platillo… De hecho, solo he preparado cosas básicas para mi supervivencia por mi cuenta, así que tampoco tengo un extenso abanico de habilidades culinarias.

Mientras todo se termina de cocinar, y con algo de pena, termino pidiéndole a Sergey que me dé un curso rápido de ruso, y los usos afectuosos que ellos tienen. Eslay me dice printsesa, por lo que sé que se llaman de maneras cariñosas. Él lo hace con gusto, y termino divirtiéndome bastante con él hombre, pensando que estaré más a menudo en la cocina para ayudarlo, y seguir con las clases.

De un Mafioso | Clan Crawford #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora