Capítulo 20

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—¡Eslay! —Intento ir con ellos, pero Matt me lo impide mientras me termina de sacar del edificio. Refunfuño e intento zafarme, hasta que termino rindiéndome a las órdenes de Matt para que me meta al asiento trasero del auto—. ¡Matt, lo va a matar!

—No es tu asunto, River, no te metas en esto —dice, previendo cualquier movimiento que pueda hacer, y bloqueando las puertas del auto con el seguro.

Le dedico una mirada incrédula y me acomodo de una manera en la que no pueda bloquearme de su vista—. ¿Estás bromeando? Zeke ni siquiera dijo una palabra, él…

—Yair —me interrumpe. Parece que mi confusión es visible, ya que agrega—. No seré yo quien tenga esta conversación contigo. —Señala con la cabeza hacia la entrada del edificio—. Ahí viene, pregúntale a él.

La expresión de Eslay me provoca escalofríos. Ni siquiera sabría cómo explicarlo, pero verlo a los ojos, en este momento, podría matarme; incluso a la distancia puedo sentirlos helados y crueles, y su ceño fruncido solo magnifica las cosas. Ni siquiera tiene que pedirme que me haga a un lado cuando Matt destraba las puertas, ya que, honestamente, no quiero tener ningún roce con él en este momento. Sube al auto y la única palabra que sale de su boca va dirigida a Matt, con un cortante tono autoritario:

—Arranca.

Matt le obedece y comienza a conducir, mientras yo solo me quedo mirando su perfil. Está molesto. No, está jodidamente furioso; su mandíbula está apretada con fuerza, y sus fosas nasales se ensanchan de vez en cuando. Del cuello de su camisa sale una vena marcada en su cuello, y se truena los dedos, uno a uno, sobre su regazo. ¿Qué es lo que lo enfadó tanto?

—¿Qué mierda fue eso, Eslay? —Aunque mi pregunta es poco delicada para la situación y su estado de ánimo, al menos logro que mire en mi dirección. Sin embargo, después de haber sido metafóricamente calcinada por sus crueles y fríos ojos, me arrepiento, mas no me retracto—. Me sacaste de mi edificio, a la fuerza, luego de decir que…

—Hablaremos cuando lleguemos a casa, ahora mantén tu boca cerrada. —Vuelve su vista al frente al mismo tiempo que suelto un jadeo.

Estoy a punto de contradecirlo, pero las cosas terminarías muy mal si lo hiciera. En cambio, me abstengo de decir cualquier cosa, apretando mis labios con fuerza, e incluso volteo mi cuerpo un poco, dándole la espalda. Matt me dedica una mirada por el espejo retrovisor, y simplemente hago una mueca en burla hacia Eslay. ¿Infantil? Por supuesto, pero estoy molesta ahora, no me importa.

El viaje hasta la mansión es ruidosamente silencioso. De Eslay solo se oyen fuertes respiraciones de vez en cuando, mientras que Matt y yo permanecemos en silencio; ni siquiera un poco de música, ya que en el momento en el que se intento poner algo, Eslay proclamó que quería estar en silencio. Parte del camino me la paso pensando en lo molesta que estoy con Eslay, y la otra parte la paso pensando en cómo estará Zeke, no puedo evitar preocuparme cuando el pobre no hizo nada… Literalmente. Lo único que hizo fue estar parado allí.

Llegamos a la mansión con un ambiente completamente tenso, así que, en cuanto Matt vuelve a desbloquear las puertas, soy la primera en salir, seguida por Eslay. Sin embargo, de alguna manera, él termina llegando dentro antes de que yo. No es una carrera, pero simplemente la necesidad de huir de él me vuelve competitiva.

Apenas cruzo la puerta cuando Eslay, desde las escaleras, me brama—. A mi oficina. Ahora.

Su tono es rudo y amenazante, aunque más que nada molesto. Solo me da ganas de contraatacar a todo lo que dice, ponerlo aún más molesto; probablemente, en otras circunstancias, incluso lo habría dejado llegar a una pelea física. Pelear con hombres fue, y es, mi única manera de demostrar mi poderío sobre ellos, de hacerles saber que no soy ni un títere de mi hermano, ni un juguete para que se diviertan. Solo soy yo, siendo tan poderosa como puedo, y más. Con Eslay me pasa exactamente lo mismo, y me siento frustrada por no poder hacer nada al respecto; su actitud me molesta, y quiero hacerle saber que estamos en igualdad de condiciones.

De un Mafioso | Clan Crawford #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora