De un Mafioso | Clan Crawford #1

Epílogo

Cinco años después...

Moscú, Rusia.

No estoy nerviosa.

Se podría decir que siento más ansiedad que nervios mientras me miro en el espejo, dándome una última y larga mirada a cada detalle en mí.

—¡Te ves hermosa! —me halaga Cassie mientras el estilista termina de peinarme. Mi cabello está más corto de lo que solía usarlo, así que tampoco es tan difícil hacer algo lindo con él—. Quisiera volver a pasar por este lindo momento —suspira, meciendo a la pequeña Evolet mientras se chupa el pulgar con ímpetu.

Sonrío hacia ambas, dedicándole una mirada más larga a mi bebé, quien está por cumplir un año en un par de semanas, y el tiempo pasa tan rápido que pronto dejará de ser mi bebé.

—Dámela un momento —le pido cuando el estilista termina, y ella me la cede con cuidado mientras Evolet se ve emocionada por estar en mis brazos una vez más. Es tan parecida a Eslay... Yefrem se parece a mí, por supuesto, pero ella es casi una copia de Eslay bebé, es realmente adorable.

No hace falta decir que la pequeña nos tomó por sorpresa a ambos, y que la idea de que pasara por lo mismo que pasé con Yefrem no le gustó mucho a Eslay; sin embargo, se fue acostumbrando y al momento de saber el sexo del bebé no pudo haber estado más feliz. Evy nació con siete meses por unas complicaciones, aunque no tantas como las que tuve con su hermano mayor, así que después de su nacimiento me hicieron la ligadura de trompas, y la pequeña que no era más grande que un antebrazo ahora es una pequeña pelota adorable.

Estoy satisfecha con mis dos bebés y Eslay, no necesito más.

—¡Es hora de irnos! —anuncia Irina, entrando en la habitación con su deslumbrante vestido rojo vino—. No quieres llegar tarde a tu propia boda, ¿cierto? —Se me acerca para tomar a Evolet, y Cassie me ayuda a ponerme de pie. Mi vestido es hermoso, por supuesto, pero es enorme y me arrepiento de haberlo elegido... Bueno, me medio arrepiento.

Pasé mucho tiempo después del nacimiento de Yefrem haciendo ejercicio con Aleksei, y después del nacimiento de Evolet me tuve que esforzar todavía más para poder entrar en este vestido. No me arrepiento, luzco realmente increíble sin ropa ahora.

—Por el bien de Matthew espero que le haya ayudado a Donovan a ir al baño antes de la ceremonia. No sería bonito un bebé cargando un pañal con popó... —dice Irina, a nadie en especial.

Donovan, el hijo de Matt e Irina, es solo dos menes menor que Evolet, y es la perfecta combinación del cabello oscuro de Irina y los ojos verdes de Matt. Aunque ambos tienen ojos claros, los genes de Matt han ganado sobre los de ella en la mayoría de las cosas, y es uno de los pequeños más hermosos que he visto.

Irina y Matt lo saben, no me molestaría que el par los hiciera formalmente parte de la familia.

Cassie se acerca a la puerta, soltándome por un momento, y asoma la cabeza para gritar:

—¡Yefrem, Armin! ¡Ya tenemos que irnos!

En unos mocos segundos se ve a dos torbellinos entrar corriendo, luciendo pequeños trajes a medida, alegres y riendo, con un par de flores silvestres en las manos. Yefrem se me acerca, cuidando de no manchar mi vestido con nada, y me da un gran y fuerte abrazo.

—¿Cómo está el pequeño hombre más hermoso del mundo? —le pregunto en complicidad, y me da esa espléndida sonrisa que heredó de su padre y que solo ellos saben hacer.

—El primo Armin y yo les trajimos a la tía Cassie, la tía Irina, a Evy y a ti un regalo. —La emoción se nota en su voz, y tengo que actuar curiosa a pesar de haber visto el momento en que puso las flores detrás de sí.