De un Mafioso | Clan Crawford #1

Capítulo 13

Mis ojos se abren al sentir varios movimientos en la cama, y algo duro impactando contra mi cintura. No puedo enfocar muy bien todavía, sobre todo porque la habitación está a oscuras; sin embargo, sé que es Eslay porque su mano abierta toca mi espalda con delicadeza, y termina acercándose un poco más a mí, con un adormilado suspiro.

Me pongo rígida de inmediato, pero solo por un instante. En cuanto mi cuerpo se relaja un poco y mi vista se enfoca un poco, detallo el rostro de Eslay como si fuera la última vez que lo voy a ver. Tiene una sombra de barba que lo hace ver incluso más varonil de lo que es, y sus labios se ven llenos y atractivos cuando no está dándome aquella sonrisa tan molesta y arrogante.

Mi corazón se acelera un momento mientras sigo fijándome en sus detalles, como sus largas pestañas o la manera en que su nariz se convierte en un botón en la punta. Ciertamente, este hombre fuerte y grande puede verse adorable mientras está en completo silencio.

El solo pensar en Eslay como “adorable” me hace arrepentirme, y de inmediato mi corazón se acelera un poco. Por alguna razón, mientras levanto mi mano hacia su mejilla de manera cuidadosa y discreta, no puedo evitar sentirme ridículamente feliz.

Y, de igual manera, no puedo evitar pensar que realmente soy una estúpida. Estoy esperando que aquella sensación de arrepentimiento que afirmé que vendría en el momento en que reaccionara, sin embargo no está allí, no llega ni siquiera cinco minutos después de haber asimilado todo. Y eso es algo que me asusta un poco, no lo negaré.

Las imágenes de lo que hicimos hace un par de horas atrás se agolpan en mi mente, y toda clase de emociones me invaden: algo de rabia, deseo, una pizca de tristezas… Diría que tengo un pequeño remolino de emociones que todavía no puedo descifrar, pero honestamente, la sensación es más parecida a la de un torbellino, un huracán.

Hay un hormigueo en mi estómago, y se intensifica con la cercanía y la idea de volver a besarlo. Soy consciente de que en el encuentro que tuvimos no hubo, ni hay, emociones de por medio. Pude darme cuenta de ello por la manera en la que Eslay me besaba, y la verdad es que estoy bien con eso. Debo estar bien con eso.

Sé que lo deseo, es decir ¿quién jodidos no? El hombre es ardiente, bueno en la cama… Sí, también es una mierda a veces, pero no veo que su atractivo se vaya por eso. Si me preguntaran si quiero volver a tener sexo con él, respondería que sí casi sin pensarlo dos veces.

Ambos nos encontramos desnudos en este momento; lo hicimos dos veces, ¿o tal vez tres? La gran parte del tiempo me encontré aturdida por los orgasmos, y llegó un punto en el que realmente no podía tomarlo más. Fue entonces que me quedé dormida, y ahora despierto junto a él, casi como en una escena de película romántica… Solo que no hay romance, y de alguna manera eso me deprime un poco.

¿Qué es lo que espero de él? ¿Qué espero de mí? El claro que el hombre no hace esas cosas de romance, y yo debería estar bien con eso; llevar su bebé no me hace alguien especial, supongo. Aún así, desearía tener sus labios presionados contra mi frente, en lugar de sentir su pene rozándose contra mí con cada pequeño movimiento que hace.

Admito que eso es una de las razones por las que trato de quedarme lo más inmóvil posible, a excepción de mi mano, que aún sigue acariciando su mejilla de manera que, espero, es casi imperceptible.

¿Sería muy vergonzoso si despierta y le digo que quiero repetir esto? Es decir, no inmediatamente, pero definitivamente más adelante.

Suelto un largo suspiro y comienzo a separar nuestros cuerpos, habiendo llegado a la resolución de que lo mejor que puedo hacer es irme de su habitación antes de que despierte. Tal vez podamos fingir que nada de esto sucedió, y la atmósfera no se volverá tan incómoda. Sé que él no lo haría incómodo, pero hay una molestia que se revuelve en mi interior y me asegura de que las cosas a partir de ahora serán diferentes.