5 años atras
--Quiero a esa perra delante de mi ahora mismo-.- gritó jeon furioso.
-- Ya vienen en camino señor-.- el hombre parado frente al pelinegro tenía un ligero temblor en su cuerpo.
Era de esperarse, Jeon Jungkook era alguien cruel, nadie en su sano juicio se atrevería a retarlo.
-- Esa puta pensó que podía jugar conmigo-.- una sonrisa malévola se dibujo en sus labios-.- nadie en este puto mundo se ríe del 악마 (AGMA)(diablo).
Sus sentidos se agudizaron al escuchar el ruido de un auto.
-- Están aqui-.- anunció el hombre.
-- Es hora de divertirme-.- podía parecer imperturbable, pero por dentro se sentía destruido.
Había conocido a lisa hacía ya 10 años, cuando eran adolescentes, ella provenía de una familia pobre, con 17 años y una belleza anonadante, era tierna y amable, el, el único heredero de la fortuna de sus padres, al morir ellos el mejor amigo de su padre lo tomó como parte de su familia, era un hombre que jamás tuvo hijos y es por eso que trato a Jeon como uno desde que había quedado huérfano a los 8 años.
Se enamoró de ella perdidamente, después de casi seis años de relación decidieron casarse pues ella decía amarlo de igual manera, ahora después de 4 años de matrimonio ella cambió, el dinero y el poder que Jeon tenía la cegó, ya no era aquella hermosa castaña tierna y amable, ahora era una perra que disfrutaba de humillar a los demás, pero en realidad eso a Jeon no le importaba, pues seguía amandola.
Pero esta cometió un error, se enredo con su guardaespaldas.
Jeon sospechaba que algo no andaba bien y envió a uno de sus hombres a seguirla, no tardo mucho en ser descubierta pues el mismo día Jeon tenía una decena de fotografías de ella y su guardaespaldas teniendo sexo en el auto.
El ruido de la puerta hizo a jeon salir de sus pensamientos.
-- Que sucede cariño-.- preguntó la castaña.
-- Eso mismo te pregunto yo "mi amor"-.- la ironía se escuchaba en su voz.
Jeon se paró de la silla donde estaba y camino hacia ella.
-- Te creíste muy lista ¿no?-.- dijo acariciándole la barbilla.
-- No se de que me hablas-.- el pánico se comenzaba a apoderar de ella-.- vamos a casa cariño-.- dijo con voz suave.
-- ¿A casa? -.- dejo salir una pequeña carcajada ronca, que hizo temblar a todos los presentes-.- tu ya no tienes casa, es mas-.- caminó al rededor de ella-.- Tu ya no tienes vida.
La castaña abrió sus ojos en demasía y comenzó a temblar.
-- Traiganlo-.- grito.
Momentos después, dos de sus hombres entraron con una maleta cada uno.
-- ¿Que es esto Jeon?-.- preguntó-.- ¿A caso me esta echando de nuestra casa?
-- Te lo voy a repetir de nuevo, no es nuestra casa, ya no más, es mi casa-.- aclaró
La tranquilidad con la que Jeon hablaba daba temor, sus grandes ojos negros estaban llenos de maldad, su mirada fría hacia estremecer a cualquiera.
-- Ábranlas-.- ordenó.
Los hombres obedecieron al instante, abrieron las maletas y dejaron salir el contenido de estas.
Las castaña tapó su boca con las manos y el temblor de su cuerpo se intensificó.
El cuerpo desmembrado parte por parte de quien era su amante yacía esparcido por el piso del lugar donde se encontraban.
-- Lo recuerdas-.- dijo jeon tomando la cabeza cercenada del hombre para después colocarla frente al rostro de lisa.
-- ERES UN MALDITO!!-.- grito la castaña en medio del llanto.
-- Si, lo soy, por eso debiste pensarlo antes de querer verme la cara de idiota-.- lanzó la cabeza a cualquier lugar y tomó a la castaña por el cuello-.- ¿A caso se te olvidó quien soy?
Lisa trataba de tomar aire pero el fuerte agarre de Jeon se lo impedía.
El pelinegro se acercó a su oido y le susurro.
-- Yo cariño, yo soy el 악마 (diablo)-.- lanzó el débil cuerpo de la castaña al piso-.- átenla-.- lisa con la poca fuerza que le quedaba trato de luchar pero le fue imposible.
Atada de la silla donde ante el se encontraba sentado, jeon se acercó a ella y le asestó el primer golpe, la castaña dejo salir un quejido agudo.
-- Por el amor que alguna vez te tuve, te daré la oportunidad de elegir.-.- dijo poniéndose en cunclillas para quedar a la altura del rostro de lisa.
-- Amor por favor perdóname-.- rogó la castaña.
-- Al parecer aún no me conoces-.- la tomo del cabello dejándola frente a su rostro-.- ¿Hace cuanto tiempo?-.- preguntó iracundo.
-- Kook, te juro que yo no te engañe, yo te amo-.- la sonrisa dibujada en los labios de Jeon le hizo erizar la piel.
Jeon soltó el cabello de la castaña y de bolsillo interior de su traje sacó las fotografías que le habían tomado arrojandolcelas en el rostro.
La castaña bajo su vista hasta ellas y en ese momento entendió que ya no había vuelta atrás, ella moriría en las manos del hombre que alguna vez amó.
Ya no tenía nada que perder, era el momento de decir todo lo que sentía, de igual manera iba a morir, pero no sin antes hacerle saber a Jeon todo lo que había hecho, lo quería hacer sentir una mierda por todo el tiempo que la dejó sola, por todas las noches que lloro sintiéndose abandonada.
-- Si, es cierto te engañe ¿y sabes que maldito imbécil? Lo disfruté-.- Jeon la miraba lleno de rabia-.- disfrute cada cogida que me daba, disfrute cada mamada que le hacía, el me dió lo que tu nunca pudiste darme, tiempo, esto es tu culpa por no estar presente nunca, tu puto negocio siempre fue primero que yo y ¿Sabes que m....-.- no pudo terminar de hablar para cuando Jeon había cortado de tajo su cabeza con la catana que estaba sobre la mesa.
El lugar quedó en silencio, lo unico que se lograba percibir era la respiración agitada de Jeon.
Con la mirada profunda e imperturbable, observaba como el piso se pintaba de rojo, la cabeza de lisa había rodado hasta sus pies aún con los ojos abiertos, esos ojos que tiempo atrás lo miraban con amor ahora estaba vacíos, opacos, sin vida.
Dejo la catana sobre la mesa y camino hacía la puerta dejando atrás el cuerpo cercenado de la mujer que aún que le doliera admitirlo aún amaba.
A partir de ese día no volvió a aceptar a nadie mas en su vida, podía tener a la mujer o al hombre que quisiera en su cama, pero todos eran acompañantes de paso, de una noche, nunca había una segunda vez.
Así era la vida de Jeon Jungkook, aquel hombre al que todos temían, si bien tenía muchos hombres que de verdad eran leales a el, había también quienes se atrevían a traicionarlo tentando su suerte.
Tenía una vida rodeada de lujos y dinero, todo lo que deseara era suyo con tan solo un chasquido de dedos, pero también lidiaba con traiciones de gente que creyó leales, personas en quien confiaba se vendían por unos pocos wones.
El había logrado formar un Imperio, gran parte de Corea sabía quién era el 악마 (diablo), era un fantasma, nadie conocía su rostro a excepción de su hombres de confianza, todas las negociaciones las hacia la persona mas allegada a el, era una persona de lealtad inquebrantable, Kim Namjoon, un hombre moreno de cabello gris y de aura imponente, RM era su seudonimo era el que había estado con Jeon desde la muerte de sus padres, ellos no eran solo amigos, Jeon lo consideraba su hermano.
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Arrancamos!!!!
Espero les guste, es mi primer historia con temática de mafia.
Les agradecería que votarán y dejaran un comentario (o varios) con su opinión.
Trataré hacerlo con la mejor ortografía posible, pues se que a veces la historia puede ser interesante pero la mala ortografía le resta el gusto a leerla.
Que tengan lindo día!!💜
ESTÁS LEYENDO
Entre balas y flores Kookmin
ActionJeon Jungkook, de los mafiosos más temidos de Corea, un hombre sin piedad por quien lo traiciona, se cree intocable pues el no tiene puntos débiles, cuando era niño los enemigos de su padre asesinaron a toda su familia, quedando solo el, escaló poco...