Entre balas y flores Kookmin

Capítulo 10

-- ¿Que haces aquí?-.- pregunto el rubio con molestia.

-- Pues averigüe en donde vivías y decidí hacerte una visita-.- hablo el hombre con indiferencia.

-- Quiero que te vayas en este instante, tengo compañia-.- pensó que tal vez funcionaría, pero nada más alejado de la realidad.

-- ¿Crees que eso me importa? Dile que se vaya, necesito hablar contigo.

-- ¿Pasa algo Jimin?-.- preguntó taemin acercándose a la puerta.

-- No, no te preocupes el ya se iba-.- el hombre tras la puerta sonrió cínico.

-- No me voy hasta hablar contigo, tu-.- Le apunto a taemin-.- vete de aqui.

-- Lo siento tanto, pero es Jimin el que tiene que pedirme que me vaya-.- Paso un brazo por el hombro del rubio.

-- Mira Jimin, sabes que conmigo no se juega, si quieres evitar una tragedia dile que se vaya-.- El rubio palideció,  sabía que Kai era un maldito, lo tenía más que comprobado.

-- Taemin ¿Podrías dejarnos solos?-.- Taemin lo dudo por unos segundos.

No le gustaba nada el tipo frente a el, pero no era como si tuviera derecho a reclamar, el y Jimin no eran nada.

-- ¿Estas seguro?-.- el rubio asintió-.- Esta bien, entonces te veo otro día ¿Te parece?

-- Claro que si, gracias me la pase muy bien.

-- Basta de despedidas-.- dijo kai-.- sólo vete y ya, no tengo su tiempo.

Taemin tomó su saco y salió del departamento del rubio.

Jimin sentía miedo, el había estado en una relación con Kai, ambos eran agentes, pero éste era hijo del director de la agencia, padre e hijo eran iguales, violentos,  abusivos, corruptos, sin contar que en una misión el descubrió que ellos estaban involucrados en la trata de blancas, ellos lo amenazaron, fabricaron pruebas que presentarían en su contra haciendo parecer que en realidad era el, el que estaba involucrado en eso, lo obligaron a dejar la agencia, a dejar su sueño.

Desde que era niño siempre quiso dedicarse a eso, se esforzó tanto para lograrlo, que cuando lo obligaron a abandonarlo el solo quería morir, cayó en una profunda depresión hasta que Taehyung apareció en su vida, después llegó Jin y entre ellos dos lograron levantarlo.

Ahora todo estaba bien,  o eso era lo que el pensaba hasta el día de hoy que kai apareció en su departamento.

-- ¿Que es lo que quieres?-.- hablo firme.

-- Primero, no te imaginas las ganas que tengo de joderte el culo-.- Jimin retrocedió unos pasos.-.- Segundo, necesito que hagas un trabajo para mi.

-- No a ambas cosas,  quiero que te vayas en este momento-.- apunto a la puerta.

-- Creo que no me haz entendido-.- caminó hacia el rubio-.- no te estoy preguntando si quieres o no, te lo estoy ordenando.

-- Tu no eres nadie para darme órdenes- .- se alejó.

-- Haré como si no hubieras dicho eso ¿Vez lo amable que soy? Deberías ser más agradecido-.- y de un momento a otro tenia a Jimin tomado por el cuello-.- veamos si tu culo sigue siendo igual de apretado-.- susurro sobre su oido.

Jimin trataba de soltarse del agarre de Kai, pero el era el único que lograba vencerlo sin contar a Jeon.

En una maniobra arriesgada, pateó la entrepierna de Kai pensando que lo soltaría, pero eso solo logro enfurecerlo y con su mano libre golpeó en repetidas ocasiones el rostro del rubio con la palma extendida.