Actualidad.
-- ¿Entonces que dices?-.- preguntó el peliazul.
-- No lo se, estoy muy cansado y para ser sincero hoy no tengo ganas de salir-.- el rubio yacía recostado en su cama.
-- Anda Jimin, necesito distraerme y si tu no vas ¿Con quien más iré? -.- Tae rogaba casi de rodillas.
-- ¿Y a donde se supone que iremos?-.- dijo mientras se envolvía entre las sabanas.
-- Al bar que acaban de inaugurar, escuché que está genial, "Infierno " creo que se llama
-- Nunca voy a tener un día de descanso contigo ¿Verdad?-.- hablo el rubio solo asomando su cabeza.
-- Si no sales de esa cama ahora, te sacaré yo mismo-.- jaló las sabanas sorprendiendo a Jimin.
-- Esta bien!! Dios, eres tan molesto-.- se levantó y camino hacia su closet para buscar algo decente para vestirse.
Removió toda la ropa que se encontraba en el pero no encontró nada, hizo un pequeño puchero y miró al peliazul con ojos de cachorro.
-- No tengo nada que ponerme-.- el rubio sabía que su amigo tenía mejor ropa que el y de vez en cuando hacía berrinche para que este le prestara de su ropa.
Tae provenía de una familia adinerada pero había decidido "independizarse" si así se le podía llamar por que igual sus padres lo seguían solventando sus gastos.
Aun que jimin tiempo atrás tuvo todo lo que quiso debido al trabajo que tenía, trabajo que en un principio pensó que era su sueño, pero despues de darce cuenta de que odiaba como se sentia desoues de terminarlo decidió abandonarlo por desicion propia aun que ahora ya no era lo mismo, ya no podía darce los lujos que antes se daba.
Ahora estaba solo, su madre lo abandonó cuando apenas era un bebé y siempre tenía que arreglárselas por su cuenta, aún que el alivio llegó a su vida cuando conoció al peliazul y se hicieron mejores amigos.
-- No necesitas hacerme esa cara, sabes que puedes tomar lo que quieras de mi armario-.- el rubio salió corriendo de su habitación.
Unos minutos después regresó ya con varias prendas en las manos.
-- Eres rápido Park Jimin, déjame ver que escogiste-.- tomó la ropa de las manos del rubio y la esparció en la cama.-.- vamos a ver, este -.- tomó un pantalón negro de piel-.- con esta quedará perfecto, toma-.- le extendió una camisa blanca semitransparente con pequeños destellos.
-- ¿ No te parece demasiado revelador?-.- no le gustaba mucho llamar la atención.
-- No creo, puede que hoy tengas algo de suerte y te consigas algún chico guapo-.- dijo mientras le guiñaba un ojo.
-- Tendría que ser uno ciego-.- soltó una pequeña carcajada.
El rubio tenia un autoestima demasiado baja, pues en su adolescencia fue alguien con sobrepeso y muchos lo intimidaban a causa de eso.
--¿Estas loco? ¿Que no te ve en los espejos jimin? Eres hermoso, tienes un cuerpo de infarto y déjame decirte tu trasero es realmente llamativo-.- le dio una palmada en el trasero.
-- Oye!!! Deja mis nalgas en paz-.- tomó las prendas y caminó hacia el baño-.- me imagino que tu ya estas listo-.- el peliazul asintió.
-- Solo retocaré un poco mi maquillaje-.- Tae se sentó en el pequeño banco frente al espejo.
-- ¿Te parece si llamamos a Jin para que nos acompañe?-.- pregunto el rubio.
-- Ya lo llame-.- contesto Tae riendo.
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Entre balas y flores Kookmin
ActionJeon Jungkook, de los mafiosos más temidos de Corea, un hombre sin piedad por quien lo traiciona, se cree intocable pues el no tiene puntos débiles, cuando era niño los enemigos de su padre asesinaron a toda su familia, quedando solo el, escaló poco...