Capítulo 4

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Jeon tenía la carpeta del rubio en sus manos, hoy sabría que se escondía detrás de aquel hermoso rostro y cuerpo aparentemente débil.

NOMBRE: Park Jimin

Criado en un orfanato desde que era pequeño, su madre lo abandonó y nunca más se supo nada de ella, cursó los primero años de escuela en el orfanato, al salir estudio criminalistica, graduado con honores de la universidad de la policía nacional de seul, dicha universidad es una rama para la formación de los agentes de la INTERPOL.

Experto en tae kwan do, judo, muay thai, jiu jitsu.

Excelente en el manejo de armas de fuego y armas blancas.

Fue agente de la ACIC ( SERVICIO DE LA INTELIGENCIA NACIONAL DE COREA DEL SUR) por tres años, mismos que fungió como estratega de la INTERPOL.

Renunció  a dichas agencias hace aproximadamente dos años por decisión propia.

Actualmente se gana la vida como instructor de Tae Kwan  Do.

Vive en un departamento compartido con un joven llamado Kim Taehyung en el centro de la ciudad.

-- Es una bestia en el cuerpo de un gatito-.- dijo el moreno.

-- Quien lo diría-. - Jeon se quedó pensando un momento-.- Quiero comprobar lo que dice este papel.

-- ¿Quieres que hable con el? -.- pregunto el Moreno.

-- No, quiero que lo secuestres, lleva algunos hombres, traten de hacer todo lo posible por atraparlo sin usar armas, pero si lo logran, solo dale un disparo en la cabeza y lo arrojas por ahí-.- dijo sin ningún sentimiento.

-- ¿Estas seguro? ¿No quieres mejor que lo traiga? Tal vez su compañía te guste-.- RM recordaba que a Jeon le había interesado el rubio.

-- Tienes razón Nam, sería bueno jugar un poco con el si es que logran traerlo-.- sonrió.

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Jimin caminaba de regreso a su apartamento, había terminado sus clases y se sentía exhausto, tenía tres grupos por la tarde, pero sin duda el más difícil era el de niños pequeños, estos corrían de un lado a otro y no prestaban atención.

Dejo salir un suspiro cansado, no entendía como mierda tenian tantas energías.

El había sido un agente entrenado en las peores condiciones, después de salir de la universidad fue contratado de inmediato, al ser el mejor de su generación no dudaron en darle el puesto,  aún que empezó de abajo con trabajos de oficina,  poco a poco fue subiendo,  pues sus habilidades eran excepcionales, podía hacerse cargo de varios hombres a la vez, hombres que le ganaban en peso y tamaño, para muchos ser pequeño y esbelto era un impedimento, pero para Jimin era su ventaja.

Nadie sabia el por qué había dejado la agencia,  solo dijo que era decisión propia por temas personales, pero la verdad era otra totalmente diferente.

A pesar de que iba sumido en sus pensamientos, eso no le impedía estar alerta, pues varias veces le había tocado toparse con hombres que intentaban propasarse con el.

El rubio aún que el lo dudaba, era hermoso, su cuerpo era envidiado por hombres y mujeres, con una cintura estrecha y un trasero que resaltaba a la vista.

Quería pasar a comprar algo para cenar, estaba en espera de que el semáforo peatonal cambiará cuando escuchó el chirrido de unas llantas cerca suyo.

Sus sentidos se pusieron alertas de inmediato al ver como un cuarteto de hombre  bajan rápidamente del carro y se dirigían hacia el.

Ni siquiera intento huir.

Entre balas y flores  KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora