Jimin salió hecho una furia de la cabaña, lo único que quería era llegar hasta donde Jeon se encontraba y retorcerse el cuello.En este punto se preguntaba como era que se había enamorado de semejante demonio, aún que lógico, las atenciones que Jeon tenía hacia el no se comparaban con las que tenía hacia sus demás hombres, muy a parte de que las unicas dos veces que estuvieron juntos, Jeon lo trataba de manera dulce por así decirlo, le decía lo hermoso que era y otras cosas mas que hacían que un sentimiento cálido recorriera su cuerpo.
Le dolía, si y mucho tanto así que se sorprendió derramando lágrimas al recordar los pocos momentos que tuvieron juntos, haberlo hecho reír se había sentido como un gran logro para Jimin, pero ahora ya no había mas, Jeon se deshizo de el.
-- MALDITO BASTARDO HIJO DE PUTA!!!-.- grito el rubio entre lágrimas que hacían nublar su vista.
De camino vio varios carros atravesados en la carretera, había manera de que el pudiera pasar, pero la curiosidad le ganó, estacionó a un costado y se bajo de auto.
Parecía que no había nadie cerca, caminó un poco más y entonces vio los cuerpos de varios hombres esparcidos por el suelo.
-- Mierda-.- dijo mientras recorría la escena con la vista, hasta que sus ojos dieron con un auto conocido.
El auto de Jeon estaba con los neumáticos reventados y con varias perforaciones de bala en la carrocería.
Sintió como el estómago se le hacía nudo, camino entre los cuerpos hasta llegar a su objetivo, busco indicios de sangre o algo que le hiciera saber que la persona que manejaba hubiera sido herida, pero no había nada, pudo ver que el cristal del lado del conductor estaba roto, pero de ahí en más, no había señales de Jeon por ningun lado.
Regresó a su auto lo más rápido que pudo y atravesó la escena, ahora con más razon quería llegar hasta la mansión del pelinegro.
_________________________________
El sonido de un golpe seco hizo eco en la bodega donde estaban, Jeon levantó su rostro sin ni una sola pizca de miedo en su expresión.
El sabía que la muerte era lo que tenía más seguro al dedicarse al tráfico.
--Esperé tanto por tenerte asi-.- hablo el hombre frente a Jeon-.- debí asegurarme de que no quedara nadie más el día que mate a tus padres.
-- ¿De verdad piensas que llevas las de ganar?-.- preguntó el pelinegro.
-- No estas en posición de alardear jeon-.- se burló Matteo.
-- No conoces a mis hombres-.- contestó seguro.
-- Cierto, Murad me envió la foto de uno de ellos-.- sonrió lascivamente-.- y dejame decirte que ese chico esta hermoso -.- jeon lo miro con furia-.- dijo que era tu guardaespaldas y que parecía ser una bestia-.- a Jeon le hirvio la sangre.
La mención del rubio, solo le hacía recordar el como jimin y el idiota se habían burlado de él.
-- Dime Jeon ¿Donde esta el?-.- pregunto con interés-.- Tal vez después de que te mate, lo Invite a unirse a mi.
-- El esta muerto-.- y así lo sentía.
Sentía que el rubio por el que el había pasado noches enteras llorando, ya no existía, había muerto.
-- Es una lástima, me hubiera encantado tenerlo en mi cama-.- Jeon se removió furioso en la silla donde lo tenían atado.
Sus sentimientos eran tan contradictorios, quería matar a Jimin por haberlo traicionado, pero lo llenaba de celos imaginárselo con alguien más, su cabeza era un lío.
ESTÁS LEYENDO
Entre balas y flores Kookmin
ActionJeon Jungkook, de los mafiosos más temidos de Corea, un hombre sin piedad por quien lo traiciona, se cree intocable pues el no tiene puntos débiles, cuando era niño los enemigos de su padre asesinaron a toda su familia, quedando solo el, escaló poco...