Tal y como Taemin se lo había dicho, un día después lo llamó haciéndole saber que todo estaba hecho, el "cuerpo" de Jimin había sido cremado.
Escuchar eso, solo hizo que la ira en el interior de Jeon aumentara aún más.
Tenía la ubicación exacta de los dos tipos que habían provocado todo su sufrimiento.
Namjoon y Hoseok lo miraban con tristeza, jamás pensaron que la muerte de Jimin le fuera a afectar tanto, después de llegar del hospital ese día se había encerrado en su habitación, no había comido nada en todo el día, si se paraban en la puerta podían escuchar sus sollozos.
En estos momentos estaba sentado detrás de su escritorio en el enorme despacho.
El silencio era sepulcral, nadie tenía intenciones de iniciar alguna conversación.
-- Kook-.- lo llamó el moreno-.- ¿Cuándo te entregaran las cenizas de Jimin?-.- preguntó con cautela.
-- Quede de verme con ese imbécil en un rato mas-.- respondió con la voz algo quebrada.
-- Hermano, tienes que dejar de culparte, fue su decisión.
-- Nunca podrías entenderme, prometí cuidarlo, lo alejé de mi, puse una veintena de hombres a cuidarlo y aun así no pude-.- ver al gran Jeon Jungkook, al señor 악마 , al hombre sin corazón que todos pensaban que era, derrumbarse poco a poco, era doloroso de ver.
Unos lijeros toques a la puerta interrumpieron su plática.
-- Señor, todo está listo, solo estamos esperando su orden-.- dijo el pelirojo al entrar.
-- Saldremos antes del amanecer, es cuando más vulnerables deben estar-.- ambos hombres asintieron.-.- por el momento iremos al lugar donde quede de verme con el idiota, tengo que ir por mi niño-.- un nudo se formó en su garganta.
Jimin se había colado hasta los más profundo de sus huesos, todo en el rubio le gustaba, desde su bronca manera de ser hasta su sonrisa, el como lo enfrentaba aun sabiendo quien era, lo aferrado y fuerte que era, decidido, audaz, atrevido, era hermoso de ver, pero aun mas hermoso era conocerlo.
Se paró de si silla y caminó hacia la salida siendo seguido por ambos hombres.
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-- Hoy comienza una nueva vida para ti y para mi mi amor-.- susurro en su oido.
Jimin yacía aun inconsciente en una improvisada cama con todo lo que necesitaba para recuperarse.
-- Tengo que salir un momento, pero regresaré enseguida, no me extrañes-.- besos sus labios inmóviles
Caminó escaleras abajo y tomó la urna con las cenizas de algunos animales, pensó en cremar el cuerpo de algún desconcido, pero sería difícil de explicar, así que optó por llenarla con varios perros que había recogido de la calle y envenenado el mismo.
Salió de la cabaña y subió a su auto tomando camino hacia donde vería a Jeon.
Al llegar este ya lo esperaba, estaban en un lugar algo alejado, ambos bajaron de sus autos y caminaron los pasos que los separaban.
-- Se que ya lo he dicho antes-. Hablo Taemin-.- pero de verdad lo siento mucho-.- una falsa lágrima rodó por su mejilla.
-- No me interesa-.- espetó Jeon con ira contenida-.- sólo Dámelo-.- estiró su mano esperando a que la urna le fuera entregada.
Taemin se la dio, hizo una reverencia y se despidió, subió a su auto y lo arrancó, al ver que ya estaba alejado de Jeon y sus hombres dejó salir una sonora carcajada, no dejaba de reír estaba enloquecido, todo le había salido tan bien que ni el se lo podía creer.
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Entre balas y flores Kookmin
ActionJeon Jungkook, de los mafiosos más temidos de Corea, un hombre sin piedad por quien lo traiciona, se cree intocable pues el no tiene puntos débiles, cuando era niño los enemigos de su padre asesinaron a toda su familia, quedando solo el, escaló poco...