𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐘 [𝐖𝐘𝐀𝐓𝐓 𝐗 𝐎𝐂]

8

Necesitaba ayuda urgente. Apenas se despertó sintió un terrible dolor de cabeza a la vez que la lámpara del techo explotó, sus poderes se estaban saliendo de control.

Dejó a su hermana durmiendo sola, era demasiado temprano y no quería molestarla, ni bien salió del cuarto escuchó los ronquidos de su padre, sí, era demasiado temprano.

Bajó a la cocina, tal vez comer algo le serviría, aunque claro, no contaba con que Zed estuviera despierto tan temprano.

—Buenos días —la saludó apenas la vió entrar, él seguía en pijama como ella.

—¿Tan nervioso estás que llevas tres tazas de café a esta hora? —preguntó al notar la cafetera vacía.

—Hoy es un día importante, me podrían nombrar presidente estudiantil —le recordó fingiendo ofensa.

—Lo sé —tomó un vaso de agua.

—Oye —llamó su atención —te ves del asco.

—Gracias —alzó el vaso como si fuera a brindar —ayer me dí cuenta por Zoey de que mis poderes se están saliendo de control y hoy hice explotar una lámpara.

Su hermano la observó detenidamente tomar agua, ella hizo una mueca por el dolor de cabeza.

—¿Pudiste hablar con Addison? —le preguntó cambiando de tema.

—No, aún no —se quedó pensando —¿Estás de acuerdo con esto? Osea, que pueda ser mujer lobo.

—Es una posibilidad, el cabello de Addison es un misterio —respondió —pero, siendo sincera, no creo que lo sea.

—¿Y sí lo es?

—Solo nos queda aceptarlo, ella seguirá siendo nuestra amiga y tu novia, ¿verdad?

—Claro que sí —reprochó al instante —es que... no lo sé.

—No te fias de los lobos y temes que ella sea uno, es entendible —le recordó —además tienes un serio problema de aceptación personal.

—No es verdad.

—Díselo a los pósters dónde no eres como tal, sino un humano.

El zombie se tomó otro sorbo de café, no quería hablar más de ese tema, le incomodaba porque muy en el fondo sabía que tenía razón.

—Lamento lo de ayer —soltó de repente, tomándola por sorpresa —te lastimé.

—No me lastimaste, me afectó no practicar, es todo.

—No te habrías agotado si yo no me hubiera quitado la zombie-banda.

—Solo querías proteger a Addison, ya no pasa nada.

—Pero sí pasa —la detuvo —todo este tema de los lobos, con Addison y contigo... es como si pudieran ver algo que yo no.

—Los lobos necesitan la piedra lunar, Zed, de lo contrario van a morir, es tan simple como eso.

—Simple y macabro —su hermana ladeó la cabeza dándole la razón —por eso te fuiste durante la madrugada, ¿no? No fue por ti, fue por ellos.

Los dos se sumergieron en aquel silencio de hace dos noches, tenso, con las miradas clavadas en los ojos del otro. Lizzie asintió levemente.

—Creí que existía la posibilidad de rastrear la piedra lunar con mi magia, fui a buscar los libros para informarme y ellos me acompañaron para que no vaya sola.

—¿Encontraste algo?

—Nada, me faltan varios, pero nada de la piedra lunar. No lo sé, tal vez no haya nada en realidad, pero creo que vale la pena intentarlo.