23

2.4K 140 56
                                    

Los rayos del sol dieron directo en sus ojos, no dudó en taparse con las sábanas hasta que solo se vió su cabello.

—Oh, vamos; me costó quince minutos poder mover esa cortina, levántate —reprochó su gato saltando del escritorio hacia arriba suyo.

—No te lo pedí, ahora déjame dormir.

—Hoy es el juego de Zed y Wynter, ¿no se supone que hay que estar listos?

—Estoy segura de que sigue siendo muy temprano, podemos prepararnos luego.

—Tienes escuela, son las ocho.

—Y debo estar a las nueve, puedo dormir media hora más.

El felino suspiró con cansancio, comenzó a golpear su cabeza con una de sus patas.

—Arriba.

—No, déjame en paz —apartó su pata bruscamente sin verlo, pues ni siquiera se había destapado.

—Tienes que levantarte ahora.

—No, no lo haré. ¿Por qué tanta importancia?

—Se supone que ibas a ir a la escuela con el perro.

Morgan saltó de repente de la cama cuando su dueña se sentó de golpe, maulló molesto porque casi lo tira.

—¡Oh, por dios! ¡Wyatt! —se levantó y comenzó a prepararse y desayunar antes de irse.

—Sí, exacto, a él me refería —observó relajado cómo iba de un lado para el otro.

—¿Tú vienes? —lo miró antes de entrar al baño.

—¿Y ser mal tercio? No, gracias. Disfruta estar con tu novio.

—¡No es mi novio! —gritó desde el baño.

—Cierto, ya quisieras que lo fuera —se subió a la cama dispuesto a dormir otra vez.

La bruja salió ya vestida y arreglada, metió algunas cosas a su mochila y una vez que estuvo lista, miró a su gato.

—No tienes una idea de cuánto te envidio en este momento.

—La envidia es mala, mata el alma y la envenena —sonrió burlón acurrucándose sobre sí mismo.

—Solo por decir eso vienes conmigo.

—Oblígame.

Necrodopolis sonrió y lo tomó entre sus manos, el animal gruñó molesto.

—No es justo, que tú no puedas dormir más porque quisiste caminar un rato con un saco de pulgas, no significa que debas impedir que yo lo haga.

—No debo, pero sí puedo.

La castaña ingresó a la cocina y comenzó a preparar café en su taza favorita bajo la atenta mirada de su mascota que estaba recostado en sus hombros.

Zevon entró a la cocina en el momento justo en que ella se dió la vuelta ya con su desayuno terminado, el mayor la miró sorprendido.

—Hola, papá.

—Buenos días —dejó el periódico que seguro acababa de llegar —¿Qué haces despierta tan temprano? Zed sigue durmiendo y los dos siempre se despiertan en media hora.

—Hoy tengo planes, iré a la escuela con Wyatt.

No apartó la vista del zombie aún cuando este le dió una mirada incrédula, solo tomó otro sorbo de café.

—¿Ese hombre lobo? —la menor asintió —¿Morgan irá contigo?

—Iré, pero más bien es un secuestro. No se preocupe, mantendré las manos del perro lejos de Lizzie.

𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐘 [𝐖𝐘𝐀𝐓𝐓 𝐗 𝐎𝐂]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora