14; moonstone

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Los dos Lykensen llegaron a la escuela caminando tranquilamente, todo iba bastante bien aparte del hecho de que las piedras lunares comenzaron a tener alteraciones y algunos meteoritos empezaron a caer del cielo, por muy poco normal que pareciera.

Hasta ahora.

—¡Wyatt, sal de ahí! ¡¿Qué diablos te pasa?! —la voz de su hermana retumbó en sus oídos desde afuera del baño —¡Iré a buscar a Zed si no sales!

—¡Estoy bien, solo espera! —cerró los ojos con fuerza y sacudió la cabeza, mentira, no lo estaba.

—¡¿Entonces por qué saliste corriendo?!

—¡Solo espera!

Ni él sabía. Simplemente vió a Lizzie a una buena distancia y su collar se tornó violeta, el olor a amaluntria invadió sus fosas nasales y empezó a oír lo que ocurría en toda la escuela. Necesitaba escapar y calmarse, la cabeza iba a explotarle.

Agradecía estar solo en el baño, no necesitaba a otros chicos viéndolo en ese estado, completamente desorientado y sin saber qué hacer, prácticamente vulnerable; no era algo normal en él y mucho menos algo que tuviera que rondar por las bocas de todo el mundo.

Se miró con dificultad en el espejo, únicamente para ver ese violeta que empezaba a odiar en su collar y en sus ojos, sus colmillos y garras afiladas, ni siquiera podía respirar con calma.

Suspiró una y otra vez sin éxito, era tal la frustración que empezaba a sentir que no se dió cuenta de que sus garras se clavaban en el lavabo.

—¡Zed al rescaaaa...! ¡¿Qué te pasa?! —toda concentración se fue ante la abrupta llegada del zombie, sus gritos y el golpe de la puerta solo lo aturdieron más.

—¡Hazte a un lado! —la alfa lo empujó y entró al baño, apenas vió a su mellizo quedó igual de desconcertada.

—¿De qué me perdí? —preguntó Wynter asomándose por debajo de su amiga, el silencio se hizo en el baño e incluso el lobo se calmó.

Wyatt sacudió la cabeza una última vez, volvió a su estado natural. Parpadeó repetidas veces hasta ser plenamente consciente de las miradas de los otros tres.

—Nos vamos —ordenó Willa señalando hacia afuera aún confundida —ahora.

—Tengo el presentimiento de que no puedo ir —comentó el de cabello verde.

—Temas de lobos —concordó la de ojos claros.

—No necesito irme, estoy bien.

—¿Estás bien? Hace dos segundos tu piedra brillaba de color violeta —le recordó su hermana —¿Dónde se vió eso?

—Y rompiste el lavabo —señaló la otra, los cuatro miraron las grietas.

—Ups... —se lamentó el de mechón blanco, se volteó nuevamente —oigan, es el baño de chicos, ustedes dos no pueden estar aquí.

—Puedo considerando que estabas en plena crisis, o lo que sea que te pasaba —recalcó la Lykensen cruzándose de brazos.

—No es cierto —negó su amigo.

—¿Están en una secta de baños que están todos aquí? —preguntó Jayce llegando y entrando al baño —si no es molestia, que sea en otro baño.

—Ni que quisiéramos oír tus necesidades —aclaró Barkowitz saliendo del lugar.

Al final los otros tres también salieron, y que mejor oportunidad para Wyatt para irse, apenas salió del baño comenzó a correr, huyendo principalmente de su hermana que quería llenarlo de preguntas a las cuales él no tenía respuesta.

𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐘 [𝐖𝐘𝐀𝐓𝐓 𝐗 𝐎𝐂]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora