Capítulo 33: Bad Ending fallido

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Me quedé quieta viendo cómo se marchaba el taxi en la distancia. No... entendía qué acababa de pasar. V era un personaje sintiente y... ¿de repente no? Era como si su mente estuviese sometida a un código de autorescritura que identificaba las fallas y las reparaba para volver a su línea de diálogo. ¿Era... eso lo que había ocurrido? Si V era consciente de esto tenía que ser porque Seven estaba detrás... si tan sólo pudiera contactar con él... pero si se enteraba de que sé acerca de esto automáticamente supondría que soy el hacker... aunque no iría desencaminado.

Subí por las escaleras hasta el apartamento de Rika pensando en todo lo que había pasado con Jumin, en lo que sería de él ahora y cuanto más me sumía en esos pensamientos, menos quería avanzar. Pero antes de que me diese cuenta, ya estaba delante de la puerta.

Suspirando profundamente la abrí despacio. Las persianas estaban bajadas y a pesar de que el sol brillaba en el exterior, sin duda contrastaba con la oscuridad de dentro. Podría haberme asustado por el hecho de que no la dejé así cuando me marché, pero la idea de que Saeran se hubiese pasado por allí no era tan rara. Sin embargo, una vez que cerré la puerta y acerqué mi mano al interruptor de la luz...

― Por fin llegaste ―sentí un escalofrío al oír a Saeran.

Sí, me esperaba que hubiese estado allí, pero no que SIGUIESE en el apartamento.

― Saeran... ―pronuncié procurando no alarmarme.

― ¿Qué has estado haciendo? Dejaste el apartamento de Jumin hace exactamente cuarenta y tres minutos... Se tarda un cuarto de hora en coche y no había atascos ―con cada palabra le oía más cerca de mí, pero tenía miedo a girarme y verle directamente.

― V quería asegurarse de que estuviese bien ―mentí.

― ¿Segura? ―me tomó del brazo y me hizo girarme golpeando mi espalda contra la puerta. Tenía esa mirada de no creerse una palabra.

― S-Sí... ―contesté aclarando la voz justo después y cambiando de tema― ¿Y ahora qué?

― Ahora... ―sonrió de forma maliciosa sacando una especie de interruptor― ¡Boom! ―se rió.

― ¿Boom...? ―fruncí el ceño asustada.

― Voy a volar este sitio por los aires ―sentí otro escalofrío al ver sus ojos menta enloquecidos mientras aún llevaba puesta la máscara que tapaba su nariz y boca.

― ¡¿Qué dices?! ¡¿Estás loco?! ―me lancé contra él tratando de quitarle el detonador y sólo conseguí estar incómodamente más cerca de él cuando apartó la mano.

― Ah~ no. Ni lo intentes. Esto es crucial para el plan secreto de Mint Eye ―forzó su voz sonando más oscuro.

― ¡¿Morir los dos es tu plan?! ―se rió de nuevo.

― Oh, por favor. ¿Tanto has estado aquí que ya te crees que esta es la realidad? Tú, Jun, no eres de aquí, ¿recuerdas? Y yo~ bueno, hay una copia de seguridad mía en Magenta. Será como teletransportarme hasta allí ―sonrió.

― ¿Siquiera sabes si eso es así? ¿Qué va a pasar cuando muera aquí, Saeran? Me has enviado aquí completamente, no sólo mi mente. ¿Y si...?

― ¡...Oh, por favor! ―me interrumpió―. ¿Quieres callarte? Te he dicho que no vas a morir. Aunque~ ―acercó su rostro más a mí y yo alejé el mío― No negaré que te va a doler~ ―sonrió tomando un mechón de mi pelo que inmediatamente recuperé.

Estaba preparada para hacer cualquier cosa con tal de pararle. Veía la pistola asomando por el bolsillo de su pantalón, pero quizás yo era más rápida. Quería confiar en eso y sino en el hecho de que me necesitaba viva. En ese momento abrí los ojos como platos al ver una figura pelirroja balanceándose en la ventana, con un cuchillo entre los dientes y haciéndome gestos de que me mantuviese en silencio. Asentí rápidamente y traté de llamar la atención de Saeran para alejarlo de la ventana mientras Seven tecleaba algo en el teléfono. Creo que tenía acceso a la domótica y por tanto, a la ventana.

La teoría del caos: Mystic MessengerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora