Cogí el teléfono y al otro lado pude oír la única cosa en coreano que conozco: annyeonghaseyo, y de repente cambió al castellano.
― Qué valiente eres al contestar al teléfono cuando todo es tan sospechoso...
Tenía la misma sensación que cuando hablaban Seven, Yoo o Zen, la sensación de que estaba haciendo uso de un traductor simultáneo. Por alguna razón, esa voz me daba escalofríos, sentía que la conocía, pero no sabía de qué.
― Pensé que al llamarte te haría temblar de miedo... No está mal, no está mal...
― ¿Quién eres? ―pregunté frunciendo el ceño.
― Querida... ¿puedes dejar de fingir? Sé que tienes miedo, pero no intento asustarte. De ser así, apenas podrías sostener el teléfono.
― Saeran... ―esa llamada comenzaba a sonarme.
― ¿Cómo has dicho? ―parecía molesto.
― Que eres Saeran. ¿Qué le has hecho a MC? ¿Cómo has hecho para llamarme? No lo entiendo... No... ―me interrumpió con una carcajada.
Por un lado, me sentía eufórica de poder estar hablando con él de verdad, pero por otro estaba claro que su personalidad era la destructiva, y eso me daba cierto miedo. Aquí no consistía en mirar una pantalla escuchando sus voces, aquí podía hacerme daño de verdad. Por suerte, el prefijo del teléfono me aseguraba que estaba a kilómetros de mí y no detrás de alguna esquina observando mis movimientos.
― Veo que al menos me recuerdas... Después de hacerme ARDER ―hizo énfasis en la última palabra.
― Y-Yo... ¿De qué hablas? ―no podía estar hablando de la ruta de V. Eso significaría que sabía que era un juego.
― No te hagas la tonta ahora. De todas formas, eso no importa. Ahora lo que importa es que ese mentiroso pelirrojo traidor no va a molestarme.
― Hablas de Seven... ―afirmé.
― Pues claro. Te gusta jugar, ¿no? Pues te voy a llevar lejos. Te voy a hacer desaparecer. Es divertido, ¿no? ―se rió.
― ¿Como hiciste con MC? ―contesté con ironía.
― ¿MC? MC hasta hace poco no era más que un dibujo para ti. No finjas preocuparte. Lo mismo ocurre con la RFA. Lo mismo conmigo... ¿no?
― Saeran... ―eso no era cierto.
― ¡Cállate! ―me gritó― Vas a verles caer uno a uno a mi lado.
― Voy a decírselo a ellos. No lo van a permitir... ―ni yo misma creía mis palabras.
― Tranquila. De ellos te has deshecho tú sola diciendo que por estar en el mundo real estabas a salvo ―rió de nuevo―. Idiota... Tengo un montón de planes para los dos... Espérame ahí... Sana... y salva...
Tras decir eso colgó el teléfono. Tardé unos minutos en recomponerme, pero al final lo conseguí. Saeran me había impactado e intimidado incluso cuando sabía que todo era un juego, pero el hecho de que ahora lo estuviese viviendo de verdad lo hacía aún más siniestro. Es curioso cómo el miedo y la tensión te emociona cuando se trata de un juego, pero si el juego se convierte en realidad, te quita el sueño. Apenas entré a hablar con la RFA, apenas quería acercarme al teléfono por miedo a que Saeran volviese a contactar conmigo.
A medida que pasaban las horas, en mi cabeza aparecía una cuenta atrás de cuándo podría aparecer Saeran en mi casa, cuándo podría hacer acto de presencia. La noche fue un continuo duermevela. Sabía todo de él, sabía cómo tenías que tratarle en su ruta para arreglar las cosas y cómo se arreglaban en el final secreto, pero esta situación era completamente diferente: en la primera, ya tenía sentimientos por MC cuando todo eso ocurre y es lo que siente por ella lo que hace que el elixir no le afecte, en la segunda ocurren muchas cosas entre los dos hermanos que hacen pensar a Saeran. Ahora mismo soy simplemente su próxima víctima. Nada más. Y no creo que le importe en absoluto quitarme de en medio.
― Kat.
Pegué un grito al oír a Seven pensando que sería Saeran. Me asusté tanto que apenas pude respirar por varios minutos. Me tapó la boca para que no despertara a nadie.
― ¿Estás bien? ―preguntó al ver cómo empalidecía.
― S-Sí... ―fruncí el ceño― ¡No! Espera, ¡no! ―me incorporé en la cama y me tapé con la sábana― ¡¿Qué haces en mi habitación?!
― Cálmate ―sonrió―. Vine a ver si estabas bien... Vi que recibiste una llamada de un número oculto y me preocupé.
― Ah... Bueno, no te preoc... ―le miré confusa― ¡¿Me has hackeado el móvil?! ―fruncí el ceño.
Seven se alejó hacia la ventana apartando la mirada de mí.
― Estaba preocupado por ti... No pude evitarlo...
Al final no insistí. Sabía que Seven era buena persona y además era algo que me esperaba, que hackease el teléfono. De alguna manera, consiguió tranquilizarme y gracias a él pude dormir un par de horas sin pensar demasiado en su hermano. Sé que el teléfono vibró con varios mensajes a lo largo de la noche, pero eso era normal en la RFA, el grupo de gente que menos duerme. Sin embargo, cuando encendí la pantalla a la mañana siguiente sólo había un mensaje:
Y̵a̴͇͉̝͒̔̓ e̸͉͖͚͐̒͠s̵͚̠͉̽͊͘t̵̝̟͓͒͊̿o̴͍͍̘̾́̾y̵̙͎̫͐͋͝ l̵͇͍͛͝l̴͉̫͙͊̚͝è̸͍͙̒̈́g̴͇͎̠̒̀͝a̸͍͔̫̾͘͝n̵͔̟̘̐̈́͝d̸̙̙̝͌͋̐ò̸͎͚̦̐̾,̴̺͓̟͒͒͝ p̴͇̙͋͠r̸̢̦͓͆̒͋i̵n̵̝̠͇̈́̿c̴͓͔̺͊̀e̵̡͓͖̓͊͌s̸͑͊a̸͕͇͎͐̾͛
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La teoría del caos: Mystic Messenger
Fanfiction"A la 1:03 de la mañana sonó la alarma del teléfono. Creo que era un chat con Zen y Jaehee lo que me esperaba. Adormilada como estaba, tomé el teléfono y entré en el juego. Nada. Absolutamente nada. El sexto día no había comenzado aún, ¿cómo era pos...