[N/A]: Imagen de Cheritz
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― ¿Saeran? ―no hubo contestación.
El hecho de que el sistema hubiese vuelto a su estado original sólo podía ser cosa de Saeran o...
― ¡Mierda!
Corrí al ordenador. Revisé los códigos otra vez. Como suponía, Seven había levantado nuevas barreras. Si Saeran veía que había vencido él y no yo, todo estaría perdido, yo... estaría perdida. Intenté tirarlas de nuevo, pero las había reforzado con una doble capa de seguridad. No me daría tiempo. Serían horas hasta ser capaz de romper sus barreras, pero si conseguía que al menos pareciera que...
― ¡Quieta, gatita!
Se me heló la sangre. Esa era la voz de Seven... Esa... No podía ser. Su voz salía de detrás de mí, pero no podía ser. ¡Eso no ocurría así!
― ¿Dónde está Jun? ¿Qué has hecho con ella?
Al llevar la capucha puesta, no me había reconocido, pero si me daba la vuelta... Sabría todo lo que ha pasado. ¡¿En qué momento bajé la guardia?!
― Date la vuelta despacio. Quiero verte la cara... ―no podía obedecer...― Tú eres la hacker, ¿verdad? Tú has hecho todo esto ―no podía ser...― Quiero que te gires ahora mismo, gatita. Vamos a hablar ―esto no estaba pasando...― ¿De verdad quieres que saque la pistola? No tenía intención de usarla contra una mujer ―¿lo haría?― Sólo quiero respuestas. ¿Y Jun? ―delante de ti― Bien. No me dejas alternativa.
Al oírle cómo quitaba el seguro, me digné a hablar. Ya saldría de esa, pero al menos quería la opción de explicarme.
― E-Espera...
Me subí la mascarilla que tenía en la barbilla esperando que, en un último intento de salir airosa, no me reconociera. Sonrió victorioso al ver que obedecía.
― Muéstrame tu cara, gatita. Vamos a jugar~ ―Seven...
Al ver que venía hacia mí, traté de correr hacia el exterior. El sistema estaba claramente desactivado. Saldría corriendo de allí y ya le explicaría a Saeran la situación. Mi plan estaba bien, pero no era consciente de que Seven estaba en mejor forma que yo... y entrenado. Cuando pude poner la mano en el picaporte, me vi envestida por Seven y tirada contra la cama. Intenté zafarme de él y le empujé, pero rápidamente me cogió ambas manos poniéndolas con fuerza por encima de mi cabeza y apretando mi cuerpo bajo el suyo.
― Eres rebelde, ¿eh? ¿Por qué te resistes tanto a que te vea? ―seguía sonriendo.
Llevó su mano libre a mi máscara y me la quitó. Cerré los ojos. No dijo nada. Lo que más temía que ocurriera, acababa de pasar. Seven... me había descubierto.
― ¿Qué significa esto? ―su tono cambió. Como aquella vez en mi habitación― ¿Jun?
― Si me dejas explicarme... ―me interrumpió.
― No. ¿Qué quiere decir esto? ―frunció el ceño― Jun, ¿qué has hecho? ―¿Qué he hecho? ¿Qué había hecho?
― Seven...
― Por favor, dime que tú no eres el hacker que ha estado peleando contra mí...
― Lo siento... ―agaché la mirada.
― ¿Nos... mentiste...? ―le miré ligeramente. Mostraba más resentimiento que tristeza.
― Nunca quise hacerlo...
― Pero lo hiciste... Desde el momento en que entraste en el chat... ¿Siempre fuiste tú?
― Sí...
Me liberó y se quedó de pie al lado de la cama. Seguramente tratando de procesar lo que acababa de descubrir.
― Debería matarte ahora mismo.
― Lo sé...
― A quien perseguí ese día... ¿fue a ti? ―seguía sin mirarme.
― Sí...
― ¿Cuál era tu intención, Jun? Si es que te llamas así ―desde luego, si ese no era antes mi nombre, ahora sí.
― Seven... ―traté de tocarle, pero me apartó con brusquedad― Yo no pertenezco a este mundo... Mi presencia aquí desestabilizaría todo y...
― ¡¿Qué tonterías estás diciendo?! ―me gritó. Claramente parecían tonterías. Yo no lo habría creído meses atrás― ¿Y qué pasa con Zen? Pensé que estabais juntos. ¿Era mentira? ¿Le utilizaste? ―Le utilicé...
― Sí... ―lágrimas de impotencia comenzaron a nublar mi vista.
― Eres el ser más rastrero que he conocido ―hablaba con asco―. ¿Cómo pudiste aparentar así? ¿Cómo sonreíste cuando nos encontramos, Jun? ―me agarró por los hombros y me zarandeó― ¡¿Cómo un ser humano es capaz de hacer eso?! ¡Eres una sociópata! ―¿lo soy...?
― Vaya, vaya... Veo que nos han descubierto antes de tiempo... ―Saeran...
― ¡¿Y tú quién eres ahora?! ―Seven se giró hacia él.
― ¿No me reconoces? ¿Ni siquiera te acuerdas de mí?
― Es tu hermano... Saeran... ―dije con un hilo de voz.
― ¡¿Saeran?! ―su expresión cambió.
― Jun, sabes que has fracasado, ¿verdad? ―arqueó una ceja ignorando a Seven.
― ¿Vas a matarme? ―no le miré. Se rió mientras su hermano seguía en shock.
― No, querida. Ya sabía lo inútil que eras. Haré algo mucho mejor.
Lo siguiente que recuerdo es despertar de nuevo en esa habitación con un fuerte dolor de cabeza y... nada más. Yo seguía siendo yo, Jun. No estaba Seven, ni Saeran... Sólo yo. Cogí el teléfono con miedo. La aplicación de la RFA seguía ahí. Entré en el chat.
Jun: ¿Hola...?
Yoosung: ¡AH! ¡¿Quién eres?!
Me levanté de la cama. No entendía nada. ¿Era una broma?
Jun: ¿No me recuerdas...?
707: Espera... ¿Eres un hacker? ¿Cómo has entrado? 0.0
Conocía a Seven... Después de lo que había pasado, no actuaría así... Esto... Esto no podía estar pasándome.
― Saeran ―dije en tono serio sin recibir contestación alguna.
Entonces me acordé de Zen. No había sabido nada de él desde que...
Jun: Chicos, ¿habéis sabido algo de Zen?
El corazón me latía a mil por hora, temiéndome lo peor, pero nunca imaginé lo que había pasado. Nunca pude esperar que esto llegara a pasar.
Yoosung: ¿Quién es Zen?
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La teoría del caos: Mystic Messenger
Fanfiction"A la 1:03 de la mañana sonó la alarma del teléfono. Creo que era un chat con Zen y Jaehee lo que me esperaba. Adormilada como estaba, tomé el teléfono y entré en el juego. Nada. Absolutamente nada. El sexto día no había comenzado aún, ¿cómo era pos...