[N/A]: Pues― eso. Capítulo especial. Y capítulo disculpa, supongo(?) Siento no haber actualizado en tanto tiempo, pero estoy pasando por momentos de poca inspiración. Tengo claro qué va a ocurrir después, pero no cómo llegar ahí jajaj. Así que en lo que consigo continuar esto, os dejo con un capítulo experimento. Al escribirlo me he basado un poco en la idea que Miguel de Unamuno pone en práctica en Niebla. Así que aquí os lo dejo. Gracias por ser pacientes 🛐
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Jun jamás sabrá si fue a causa del estrés, de la situación, tal vez su mente tratando de encontrar una solución a todo lo que estaba viviendo. Quizás simplemente... Saeran, jugando con su cabeza, lo que le parecía más probable, pero jamás llegó a pensar que aquello fuera real. Era mejor así, era mejor que jamás supiese la verdad. Igual, de hacerlo, acabaría como Yoosung... quizás peor. La mente tiende a protegernos de aquello que puede herirnos, y es eso lo que hacía la mente de nuestra protagonista en relación a los sucesos de esta noche un tanto extraña. Lo cierto es que cuando el manto de estrellas cayó sobre aquella ciudad ficticia, inundándolo todo, ella tuvo una de las experiencias más extrañas que jamás había experimentado.
Medio adormilada comenzó a abrir los ojos y justo delante de ella, una especie de sombra le habló desde la ventana.
― ¡¿Qué cojones...?! ―se frotó los ojos un par de veces, pero la sombra allí seguía.
Por un segundo, la idea de Dios se le pasó por la cabeza. Nunca se había parado a pensar en esas cosas. Sinceramente, jamás he pensado en sus ideas al respecto, pero sin duda alguna, después de esto comenzaría a pensar en esa posibilidad.
― ¿Eres Dios...? ―preguntó frunciendo el ceño.
Si os sois sincera, me sentí tentada a contestar afirmativamente, con tal de ver su reacción, de verla salirse de su línea de pensamiento y, tal vez, romperse mentalmente. Pero mi crueldad no llega tan lejos.
― He de decir... que me alagas, pero no. No soy ni "Dios", ni una divinidad en cuanto al significado técnico de la palabra. Soy mortal. Como tú... bueno, como tú crees que eres ―sonreí un tanto perversa.
― ¿Perdona? ―ladeó ligeramente la cabeza. Sin duda no le gustaba mi tono.
― Quiero decir... ―entré por la ventana de la habitación de Jumin y caminé delante de la cama de Jun, ante su atenta mirada. Sí... Esto no era algo que le hiciese gracia― Tú eres mortal en este mundo ―abrí los brazos― el mundo que yo... bueno, y Cheritz ―sonreí― hemos creado para ti ―la miré esperando su respuesta.
― ¡¿Sabes de la existencia de Cheritz?! Entonces eres un personaje despierto, como Saeran... ¿O eres como yo...? ―cuanto más le decía más confusa estaba ella.
― No, Jun. Saeran es igual que tú. Es tan mortal como tú en este mundo, y tan ficticio como tú en el mío. Ambos habéis sido creados, simplemente que por distintas personas ―decidí detenerme y dejarla procesar.
― Te equivocas. Yo vengo del mundo real, no...
― ¿...perteneces al juego? ―la corté arqueando una ceja― Sé lo que vas a decir antes de que lo digas porque, como he dicho, has sido creada... por mí.
― No...
― Sí. ¿Por qué iba a mentirte? Te puedo contar tu vida entera, pero ahí tenemos un problema... porque tu pasado es diferente según la historia ―sonreí.
― ¡¿Qué mierdas estás diciendo?! ―ese tono de ella era el característico de cuando las cosas no encajaban, lo conocía bien.
― No te preocupes, ahora lo verás ―sonreí como lo hace un amigo que te conoce de hace tiempo.
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La teoría del caos: Mystic Messenger
Fiksi Penggemar"A la 1:03 de la mañana sonó la alarma del teléfono. Creo que era un chat con Zen y Jaehee lo que me esperaba. Adormilada como estaba, tomé el teléfono y entré en el juego. Nada. Absolutamente nada. El sexto día no había comenzado aún, ¿cómo era pos...