— Hola, Caspian.
Caspian llegó a ellas.
— Hola, Amaris — la peliverde le hizo un gesto — Hola, Sinsi — sonrió — te estuve buscando.
Sinsi se sonrojó levemente.
— ¿Para qué?
— ¿Recuerdas el encantamiento que me pediste? — Sinsi asintió — Bueno, ya está listo.
— Ah, gracias — Jenny notó que Sinsi estaba muy nerviosa, los miraba a ambos divertida. Le recordó a ella y Matías cuando empezaban a relacionarse. Fue ahí que Caspian notó a Jenny.
— Princesa — hizo una reverencia, Jenny odiaba que hicieran eso, pero debía acostumbrarse — un placer.
— Por favor, solo dime Jenny, no quiero formalidades, y tutéame.
— Entiendo. Me presento, soy Caspian, un guerrero y especialista en encantamientos.
Jenny le dio la mano.
— Un gusto.
— Bueno, Sinsi, después ven a verme por lo del encantamiento. Hadas, me despido — Caspian se fue sin decir más.
— Caspian, el galán de Sinsi — se burló Amaris.
Jenny la miró coqueta.
— ¿Te gusta Caspian, Sinsi?
Sinsi seguía viendo por donde Caspian se había ido.
— ¿No es hermosamente perfecto? — se giró a Jenny — ¿No te gusta?
— Es lindo, pero yo ya tengo mi chico. Que, por cierto, tengo que ver.
Amaris la miró raro.
— ¿Tienes novio? ¿Tan rápido? No hace ni un mes que llegaste.
— Mi novio no es un hada. ¿Recuerdan que yo vengo de afuera?
— Ah, ¿entonces es un humano? — preguntó Sinsi, algo asqueada.
— Está prohibido, Jennifer — exclamó la peliverde.
— No es un humano, es un ángel — aclaró.
— Ah, un ángel… ¿qué? — Sinsi abrió gigante los ojos.
— Si, es un ángel y no planeo dejarlo — se fue dejándolas con la palabra en la boca.
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Matías fue al punto de encuentro a esperar a Jenny, ella llegó como 10 minutos tarde. Cuando apareció, lo primero que hizo fue correr hacia el ángel y abrazarlo.— Wow, ¿a qué se debe esto?
— Te extrañé, hemos estado muy alejados últimamente.
— Está bien, amor, ambos estamos muy ocupados con nuestros asuntos mágicos.
— Cállate y bésame — ella demandó, por lo que él rió antes de que lo atrajera hacia ella y lo besara. Después de unos segundos se separaron, ella estaba agitada, mientras que él estaba parpadeando estupefacto.
— ¿Qué fue eso? — la miró con una ceja levantada.
— ¿Qué? ¿Ya no puedo besarte?
— Si, pero no me habías besado así desde…
— Desde que lo hicimos hace meses — lo miró con una sonrisa de labios apretados.
— ¿Qué te pasa, amor? ¿Acaso estás necesitada de mí? — la provocó y viendo que había funcionado, sonrió — Sí, eso es. Bueno, la verdad es que he estado sumamente estresado por culpa de Sarmin.
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Luna Negra: Lo que nos une
FantasíaUn mundo donde la magia y lo sobrenatural existe en todas sus facetas, lo que imagines aquí está. Sirenas, Vampiros, Licántropos, Hadas, Brujas, Ángeles, Demonios y más. Nuestro grupo de héroes van a enfrentar a la peor amenaza a su mundo, una amen...