"Ruptura"

19 3 11
                                    

Pasaron varios días, Mel ya estaba más adaptada y mentirle a su madre no resultaba difícil. Había hablado con ella sobre su regreso a la preparatoria, ya que tenía más confianza, creía que podía volver, que sabría manejarlo. El tema era que había perdido un año. En ese momento le correspondía estar en el último año de preparatoria, pero tendría que recursar el penúltimo.

Investigaron sobre el tema, y la preparatoria le ofrecía un examen integral correspondiente al penúltimo año, si lo aprobaba podía cursar el último año junto a sus amigos. Mel aceptó hacerlo, pero solo tenía una semana para prepararse, no creía que llegaría.

Ahí entró Gersain, quien la estaba ayudando a estudiar para el examen. Ambos estaban en la cama del chico, estudiando. Mel, cansada, suspiró y cerró el libro que tenía en las manos.

— Oye, aún no terminamos — él la miró.

— Claro que si — dijo ella, levantándose de la cama.

— No, claro que no, vuelve aquí — señaló la cama.

— No — se sentó en la mesa de la computadora.

— ¿Realmente quieres terminar rápido el año secundario que perdiste?

— Por supuesto.

— Pues así no lo vas a conseguir, tienes que estudiar como nunca en tu vida, así que ven ahora — ordenó.

— Ya sé todas esas cosas — dijo aburrida, sin quitar la vista de la PC.

— ¿Cómo? No puedes saber todo esto si apenas acabamos de empezar a estudiar — él creía que ella le estaba tratando de tomar el pelo.

— Pues, lo sé todo, lo leí y fue suficiente — dijo Mel con simpleza.

El chico se rayó con eso.

— Sabía que eras muy inteligente, pero esto es absurdo, Mel. No me tomes el pelo — Era cierto, Mel siempre fue sumamente inteligente, había nacido con el don. Sacaba diez en absolutamente todo, rara vez un nueve, pero nunca menos de eso. Era una genio.

— No lo hago, te lo juro — él definitivamente no le creía, entonces lo retó — ¡Pruébame!

Gersain aceptó el reto, creyendo fielmente que ella fallaría, pero se quedó con una mirada de estúpido cuando ella respondió el 90% de las preguntas correctamente.

— ¿Qué carajo?

Mel decidió bajarle a su intensidad, pues Gersain tenía razón al estar impactado, pues esa inteligencia desbordante era porque era una sirena. Las sirenas eran seres súper inteligentes.


ᕙ⁠(⁠@⁠°⁠▽⁠°⁠@⁠)⁠ᕗ

Tania había tenido la loca idea de hacerse un tatuaje en su pierna izquierda, sin autorización de sus padres. Antonella la acompañó a hacérselo, tal tatuaje era una media luna con un gato negro sentado en ella. Salieron y se subieron al nuevo auto de Anto, que John le había regalado por su cumpleaños diecisiete hacia un día. Era un auto morado con techo plegable, pues el morado era su color favorito.

— ¿Cómo consiguió tu papá un auto morado? — preguntó Tania.

— Él es genial, así de simple.

Luna Negra: Lo que nos uneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora