"Especial Magia de Luna: Parte 1"

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— No quiero hacerlo, papá — admitió John.

— Pero debes hacerlo, John. Es por el bien del niño, así como el tuyo y el de todo el mundo. ¿Sabes lo que pasaría si descubren su existencia?

John maldijo.

— Odio esto, odio que simplemente él no pueda llevar una vida normal, que el mundo lo rechace de esta manera, que lo case así.

— Sabíamos que esto iba a pasar, sobre todo tú, John. Cuando decidiste formar una familia con Aradia sabías que esto iba a pasar, nadie tenía que advertírtelo. Ahora ya no se puede hacer nada para cambiarlo, solo nos queda hacer lo mejor que podamos para protégelo y ayudarlo, y esta es la única manera — dijo Samuel.

— Lo sé, pero no lo voy a enviar a cualquier lado, será un lugar donde yo sé que va a estar seguro sin lugar a dudas, donde sé que va a mejorar y donde sé que van a cuidar de él — aseguró.

— Créeme, John, esta academia es magnífica, es la única que existe, es para seres como Caín, hay de todo lo que puedas imaginar, hay estudiantes de todas las especies mágicas, los escasos híbridos que existen van a esta academia, te lo aseguro, es el lugar más seguro de la Tierra.

Samuel buscó en la computadora información sobre La Academia Magia de luna. Todos los profesores eran seres sobrenaturales diferentes, y el director era un dragón. Magia de luna era un refugio, se podría decir, donde les enseñaban sobre lo que eran, como controlar sus poderes y no solo eso, había deportes, aficiones de todo tipo, lo que se te ocurra, clases de absolutamente todo lo que quieras.

La dirección era confidencial, solo se la decían a aquellos que asistían a la escuela, así que si aceptaban a Caín la sabrían. Estaba protegida con magia, nadie jamás lo encontraría mientras estuviera allí, y nadie en su sano juicio se atrevería a entrar, menos Luvart que era una gallina. Le mostró una imagen de la academia y era gigantesca, quién sabe cuántos kilómetros ocupaba, cuantas habitaciones.

— Aquí dice que hay más de dos mil habitaciones. Incluso te permitirán quedarte con el niño un tiempo.

John suspiró.

— Está bien, vamos a ver qué tal.

Esa misma tarde, John mandó un Gmail a la academia a la dirección que aparecía en la página, con la información de él y su hijo. Al día siguiente recibió un Gmail de respuesta, querían concretar una llamada con él, era positivo. Unas horas más tarde se realizó la llamada, donde ambas partes se dieron toda la información que se requería, todas las disciplinas educativas que implementaban y ofrecían a los estudiantes, así como el precio mensual a pagar, que a decir verdad era muy caro, pero John no tenía problema. La academia aceptó a Caín y le brindó toda la información confidencial a John. Al final terminó convencido después de hablar con el director Matthew y lo inscribió a Magia de Luna. Ahora solo quedaba viajar.

Después de hacer maletas, ya se encontraban en el avión de camino a Irlanda, Caín estaba algo inquieto, pues tenía sus manos entrelazadas.

— No te preocupes, hijo, vamos a un buen lugar, te lo prometo.

— ¿Soy un problema?

John frunció el ceño.

— ¿Qué dices? Claro que no, es solo que en este lugar te van a enseñar a controlarte, a usar tus poderes, van a ayudarte. No tengas miedo, todo estará bien.

Luna Negra: Lo que nos uneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora