Capítulo 20.

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Las pesadillas con dolor incluído pueden ser cosas que el cerebro te manda como aviso para que despiertes, y podría decir que así había sido hasta que me di cuenta de que los únicos dolores que tenía mientras dormía se debían a Minji y su mal dormir, al menos el misterio había sido resuelto.

JungKook se había ido tal y como dijo, sin embargo no había regresado tan rápido como dijo, es más, no había regresado en cuatro días y aunque era preocupante sabía que no debía de cuestionar las cosas que hacía, solo esperaba que dieran buenos resultados. La falta de mis hermanos me dolía, sentía que me hacía falta verlos correr por todos lados para sentir que todo estaba bien y que nada malo sucede y aunque todo estuviera tranquilo, no sabía que tanto permanecería así.

Papá -me seguía costando trabajo decirle así- trataba de acercarse a mi cada vez que podía y aunque no hablábamos mucho era un gran esfuerzo por su parte el que de vez en cuando me diera cosas como dulces o pequeños chocolates ¿De dónde los sacaba? No lo sabía, pero eso era lo de menos cuando le ponía mucho esfuerzo al asunto.

En cuanto a Dominick y Demian se enfocaban más en Minji, la habían cuidado por mucho tiempo y era obvio que el cariño que le tenían era más grande que el que podrían tenerme a mí, no me quejaba pero cuando miraba a Minji ella no se veía tan cómoda como cuando estaba JungKook rondando por la casa.

Me sentía nerviosa constantemente cuando JungKook esga a fuera, confiaba en sus hermanos pero no es la misma confianza que le tenía a ellos que la que le tengo a JungKook, mi estómago se contraía en nervios y anticipación ¿De que? No lo sabía. La tranquilidad era signo de que las cosas estaban bien, pero está tranquilidad no me gustaba, sentía que todo mi cuerpo se contraía en malos sentimientos y no quería que se hiciesen realidad.

Otro día más que me iba a dormir sin saber absolutamente nada de JungKook. Mis pesadillas como siempre jugandome malas pasadas pero ya no me importaba tanto, al lado de mí, estaba Minji profundamente dormida, dormía con la boca abierta y los puños apretados, casi como si estuviera dispuesta a golpear a quien sea que se le atreva a interrumpir su sueño, eso o luchaba contra los monstruos de sus propias pesadillas. 

Cuando mi cerebro comenzaba dormirse, escuché un ruido proveniente de fuera de la puerta de la habitación, la sombra que se podía ver se detuvo, temblé de miedo o de nervios y esperé a que quien sea que fuera, entrara. La puerta se abrió dejándome ver la sombra de una persona alta, caminó hacia mí y de inmediato supe que era TaeHyung cuando dijo la primera palabra.

—Despierta a Minji, tomen todo lo que puedan y vámonos.

—Pero ¿Por qué?

—JungKook no me dijo nada, pero debemos de confiar en su palabra.

Me levanté de inmediato, desperté a Minji quien si soltó un especie de golpe y aún adormilada entendió mis palabras, metió sus pocas cosas a una mochila al igual que yo, me puse unos zapatos y así en pijama seguimos a TaeHyung con mucho silencio. A dos calles lejos de la casa, se encontraba un carro negro sencillo, vidrios polarizados y sin placas. Dentro está JungKook.

—¿Qué está pasando?

—Que estamos en peligro y necesitamos irnos ya.

—Pero ¿Tus hermanos?

—Ellos pueden cuidarse solos.

JungKook aceleró y condujo como si estuviéramos en una persecusión, estaba intranquila, sin saber lo que pasaba no entendía nada. Tal vez por los nervios o por la velocidad con la que JungKook manejó que el viaje se me hizo rápido, cómo en un santiamén.
Era un jet como el que usamos cuando llegamos de Rusia y de hecho no tenía ni que preguntar a dónde íbamos, era del mismo Ruso que nos había ayudado, quisiera decir que no quería ir, que era una mala idea por seguridad de Minji pero tenía que repetirme una y otra vez que JungKook sabía lo que hacía y si él decía que teníamos que regresar con el ruso, teníamos que regresar con él.

Maquiavelismo  [KookMin] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora