Maquiavelismo [KookMin] (Editando)

Capítulo 24.

A veces quería reportar a Jungkook como una persona desaparecida, llevaba días sin verlo, sin saber absolutamente nada de él y parecía que hasta el mismo novio de Minji no sabía en dónde estaba, nadie sabía de su paradero, a dónde se había ido ni con quién; si bien él estaba en sus derechos de hacer lo que quisiera y no tenía que exigirle nada, bien  podía al menos avisar que no se iba a encontrar en la zona, estaba un poco preocupada pero parecía que a él le gustaba mantener a las personas preocupadas, ahora entendía porque papá se molestaba tanto con él.

-Entonces puedes decirme si quieres que pida algo más en la cafetería, debes de estar abrumado de comer siempre lo mismo.

-Es mejor que cualquier cosa que comía en el hospital... si es que comía.

-Lo entiendo, pero ya no tienes que preocuparte por esas cosas, a partir de ahora yo me encargaré de que comas bien todos los días y como a ti te gusta.

-No es necesario señorita, le agradezco todo lo que está haciendo por mí, creo que nunca me había sentido tan vivo.

Había pasado una semana desde la primera vez que lo escuché hablar, no siempre lo hacía, había veces que pronunciaba una palabra, otras que no, después comenzó a entablar conversaciones conmigo, se le escuchaba más fluidez, su voz aun seguía un poco ronca pero se escuchaba como papá nuevamente.

-No tiene que agradecer nada, lo hago con gusto, me gusta hacer esto por usted.

-¿Por qué se esfuerza tanto señorita?

-Bueno, así como usted dijo que yo le recuerdo a su hija, usted me recuerda a mi padre.

-¿Qué sucedió con su padre?

-Lo perdí a los nueve años, estaba enfermo y tuvo una especie de recaída y ese mismo día en que yo me fui de paseo con un familiar de él, ese mismo día que regresé yo no lo vi nunca más, él falleció y vivo con eso desde entonces.

-Yo perdí a mi hija cuando ella tenía nueve años, también estaba enfermo aunque comienzo a pensar que realmente no estaba enfermo, pero es un asunto aparte, yo había sufrido mucho estrés esos últimos días y me dejé llevar, ese mismo día yo sufrí un coma, no recuerdo qué pasó después, desperté en un hospital psiquiátrico y esos años están borrosos, solo siento mucho dolor.

-Debe ser difícil el separarse de las personas que más queremos, que más apreciamos y no volverles a ver nunca ¿no sabe nada de su hija?

-Donde quiera que esté siento que tiene una mejor vida de la que yo le pude haber dado, no solo la perdí a ella, perdí otros dos hijos, yo soy un doncel y antes de mi recaída yo  los había tenido a ellos, sin embargo estaba tan mal que también los descuide, de cualquier manera, donde ellos estén deben de estar bien.

-¿Por qué piensa eso? tal vez no lo están, tal vez lo extrañan mucho.

-Mi hermana es la que los cuida y yo sé que con ella estarán bien; ella siempre ha sido muy dulce aunque bueno... eso no importa, yo sé que ella está con ellos.

Quería decirle que no era así, que esa mujer había sido una perra malnacida con nosotros pero no podía decirle eso en estos momentos, no podía gritarle: "yo soy tu hija, tus otros hijos siguen vivos y la mujer con la que los dejaste encargados fue una maldita desgraciada que solo nos maltrataba", probablemente eso causaría en él una recaída y era lo último que quería.

-Tiene usted razón, a veces los familiares son panes de Dios -dije con sarcasmo que para mi suerte, él no notó-.  Por cierto, hace poco usted mencionó acerca de un diablo encarnado ¿alguien le hizo daño?

Pensé que me había sobrepasado con la pregunta pero realmente quería saberlo, sin embargo papá no se cerró, me miró, suspiró y parecía verse triste.