En menos de 20 minutos empezará el tan esperado partido. ¡Que nervios! Fui con los chicos para apoyarlos, pero temblaba tanto que parecía que iría a desmayarme. Los chicos establecieron una pequeña conversación.
– Mira esto, Isagi. -- Dijo Bachira cogiéndose de la terminación de la camisa. – ¿Me queda?
– Ohh, luce bien. Es raro... -- Comentó el pelinegro. – Es nuestra primera vez usando el uniforme de Blue Lock. -- El de mechas rubias le respondió con un simple "sip".
– Pues yo diría que ya era hora. -- Completé uniéndome a la conversa.
– Vamos a enfrentarnos a la sub-20. -- Chigiri tomó la palabra. – Hemos llegado locamente lejos.
Nagi comentó cómo esto no era más que el comienzo de todo.
– Jajajaja, ciertamente lo hicieron. Ha sido un completo placer verlos evolucionar. Algunos más que otros, pero todos a su ritmo terminaron haciendo su camino hasta aquí. -- Dije con un cariño especial. – Así que, por favor, déjenme verlos ganar. Háganme aún más orgullosa de haberlos conocido.
Mi mirada se suavizó para todos esos chicos, mis palabras les ablandaba el corazón, mis expresiones los alentaban a darlo todo, mi tono de voz los relajaba. Y... Mi presencia los ayudaba a seguir.
– Hola a todos, llego un poco tarde. -- Saludó Ego entrando por la puerta algo apresurado. – He meditado esto hasta el último segundo, pero... He decidido cuáles jugadores estarán en la cancha.
Los nervios a flor de piel, el futuro de todo este proyecto se decidiría en 90 minutos... Por mucho que confiara en ellos, esta incertidumbre de que pueda salir todo mal me mataba. Me dolía porque no quisiera que me quitarán a mis amigos. Además, ya perdí a alguien frente a Shidou, tengo miedo de que pueda hacerme eso de nuevo...
Ego habló sobre las sustituciones y aconsejó al equipo no bajar la guardia en absoluto.
– El mundo aún no los conoce. ¿Este será su escenario final? En estos 90 minutos, cambien sus destinos... -- Ese cuatro ojos es bueno, ¿eh? - Nosotros ganaremos, Blue Lock. Graben sus egos en este mundo.
Todos hirvieron en euforia mientras se disponían a apostar en este todo o nada. La adrenalina, la dopamina, la serotonina y la emoción general se olía junto a su hedor a adolescencia. Fueron saliendo detrás de mí por la puerta encontrándose con los de la sub-20. Los saludé con la manito pero no abrí la boca en ningún momento.
Todos los del otro equipo estaban emocionados, anonadados, comentando cosas sobre el contrario. Blue Lock Once hacía lo mismo. Murmullos llenaban la sala. Yo iba controlando todo.
– ¿Todo bien, Rin Rin? -- Fui a ponerme en medio de su mirada hacia Sae y le susurré. – Para, le atravesarás con la mirada.
Con su mano abierta en mi pecho y su odio descontrolado tomando control de sus sentidos me empujó hacia atrás. Sae era muy profesional y no reaccionaba ante esto, tampoco nos conocemos tanto así que no le importaba tanto mis problemas.
En cambio Isagi era otro, me cogió antes de que cayera al suelo, pero, antes de que le fuera a reclamar a Rin, lo detuve.
– Estoy bien, déjalo. -- Dije mientras me reincorporaba.
– Es un idiota... No la debería pagar contigo. -- Dijo algo enojado por el comportamiento del protagonista del equipo.
– Ella tampoco se debería meter en lo que no le incumbe, ¿No crees? -- Comentó ahora Aiku.
– Seeehh... También es cierto. Ummm... ¿Y Shidou? -- Pregunté al capitán del otro equipo.
– Ah, si. Él no jugará hoy, lo siento mucho. -- Soltó para luego terminar la conversación con lo siguiente. – Terminaremos esto sin dejarlos anotar ni un solo gol. La mejor de las suertes, Blue Lock.
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¿Un fútbol monocromo? (Blue lock × Reader)
Fanfiction-- Solo ganas o pierdes en el fútbol, no hay más vueltas. Blanco o negro, esa es la monocromía que gobierna todo. Así es como he vivido toda la vida y no dejaré que una panda de adolescentes con sueños inalcanzables me rompan mis esquemas. Así que...