32.- Buenas noches, cariño.

585 83 14
                                    

– ¿Que tal si cenamos en casa? -- Propuso Reo. – Quiero decir, _______ ya gastó bastante dinero y Supondré que debe arreglar todo lo que compró. -- Aclaró ante la confusa mirada de todos.

– ¡Bien! ¡Voy a arreglar todo en un momento y nos ponemos manos a la obra! -- Exclamé divertida.

Una de mis cosas favoritas es cocinar con otros, ya que me lo paso bastante bien.

...

Cuando llegué a la sala, todos estaban discutiendo por lo que tuve que poner orden. Empecé haciendo unas preguntas.

¿Quiénes no saben cocinar? Otoya, Reo y Bachira, ellos fuera. ¿Quiénes le tienen respeto a freír o al aceite hirviendo? Yukimiya y Karasu fuera también. ¿Quién no quiere venir a cocinar? Nagi fuera, aunque de él ya me lo esperaba jajajajajaja.

Al final, como grupo de cocina para la cena de hoy quedamos Isagi, Chigiri y yo. Esto será entretenido, que emoción.

Los otros chicos se veían algo celosos pero supongo que tenían ganas de probar nuestra comida. Sobretodo después de la comida de microondas que nos dió Reo porque no había ningún restaurante abierto a la hora a la que nos dispusimos a comer.

Otoya, Bachira y Nagi estaban en el grupo de descanso mientras Karasu, Yukimiya y Reo estaban a cargo de poner la mesa.

...

Estaba preparando todo y pensando que íbamos a cocinar mientras Isagi iba a por delantales para los tres. Chigiri se acercó aprovechando que estábamos solos.

– Y... Bueno, ¿Que tal? ¿Ya perdiste nuestra apuesta? -- Preguntó en un tono pasivo-agresivo que no me gustó nada.

– Nop, sigo ganando, princeso. -- Entoné con burla para molestarlo.

– Raro, pensé que Otoya ya se habría lanzado. -- Comentó sin más.

– Y se lanzó, a otra chica en los menos de 15 minutos que nos separamos. -- Le informé con resignación y algo de diversión.

Él se rió de ese hecho. Sin duda alguna, todos conocíamos a Otoya en cuanto a mujeres se trataba. Es algo tonto, pero me parece algo interesante como su corazón no se apega lo suficiente a alguien.

– Entonces, ¿Que tal estás? Que no me respondiste a esa pregunta. -- Chigiri insistió.

Isagi apareció y nos dio los dichos delantales. Mientras los tres nos lavábamos las manos, respondí a lo que me preguntó el pelirrojo.

– Pues estoy nerviosa. Bachira y Otoya estuvieron peligrosos hoy. Pensé que debería mantener un ojo en ellos por si se alejaban, pero lo mantuve porque se acercaban de más. Otoya no es un buen ejemplo para Bachira... -- Procedí a explicar con cansancio.

Chigiri se reía de mi estado disfrutando del drama mientras Isagi se veía algo molesto.

– Y... ¿Qué vamos a cocinar? -- Preguntó tajante Isagi.

– Jajaja, me parece que uno de tus pretendientes sufre de falta de atención. -- Comentó Chigiri.

– ¿Y me quieres decir que no eres tú? -- Dije con burla. – Que raro, jajaja.

Me golpeó juguetonamente el brazo. Empezamos a hablar de que íbamos a cocinar. Yo andaba cortando las verduras mientras Chigiri se encargaba del pollo.

– Sería mejor si los cortas en juliana. -- Me comentó Isagi poniéndose detrás de mí.

Cogió mi mano y la guió junto al cuchillo. Sus caderas estaban pegadas a mi cuerpo y la distancia era casi inexistente. Su aliento pegaba en mi nuca y mi corazón se aceleraba, mi cabeza se volverá loco este fin de semana.

¿Un fútbol monocromo? (Blue lock × Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora