¡Todos estábamos listos para darle comienzo a esta aventura! Ya habíamos desempacado y estábamos todos cambiaditos para salir.
Íbamos al centro comercial ya que Reo quería que vistaramos las cosas más lejanas al chalet antes que nada. También era porque así, sí hacía falta, podríamos comprar cosas que necesitaríamos o que simplemente queríamos.
A mí me vino una grandiosísima idea. ¡Les voy a hacer regalos a todos los chicos! Sip, incluso a los que no están aquí. Lo tenía todo planeado, se los daría en el momento exacto, MUAJAJAJAJ. Soy un genia, ya lo sé.
Estaba muy emocionada. Obviamente intentaré que no vean cuál es el regalo de cada uno hasta que se los tenga que dar. Será complicado, porque son muchos chicos. Serán muchos regalos... Me voy a quedar pobre. ¡No importa!
Reo decidió que iríamos en grupos de 3 ya que éramos 9 y, bueno, matemáticas. Por desgracia, me tocó hacer de niñera para Otoya y Bachira. Cómo todos querían ir conmigo, lo hicieron a suertes y, pues, tuve la "suerte" de que me tocará al mujeriego y al hiperactivo. Otro grupo estaba formados por Nagi, Yukimiya y Chigiri mientras que el restante estaba compuesto por Reo, Isagi y Karasu.
Estábamos de camino en la limusina y Nagi aprovecho para tomar una siesta en mi regazo, yo le acariciaba la cabecita, en eso que vino Bachira.
– ¡Hey! ¡Deja a ________-chan! ¡Ella va conmigo! -- Se quejó el rubio.
Noté como Nagi se movía inquieto por la molestia mientras se aferraba a mi cintura sin ninguna intención de irse. Yo reí con ternura ante los dos adolescentes.
– Bachira, está bien. No pasa nada, pasaremos tiempo juntos en el centro comercial, ¿De acuerdo? -- Intenté que mi voz saliera lo más dulce posible.
– ¡Pero yo quiero estar junto a tí todo el tiempo! ¡Pero yo, solo yo! -- Empezó a armar un berrinche.
Wow, fueron fuertes declaraciones. Mis mejillas se sonrojaba debido a las palabras y a la ternura con la que las pronunciaba aquel chico.
– Jajajajaja, ¿Así que te gustan esas cosas? -- Dijo el salido de turno arruinando el ambiente.
Yo solo le grité avergonzada que se callara. ¿Y esto es lo que voy a tener que soportar...? Vi como los otros chicos tenían una mirada de compasión imaginándose mi futuro situación.
Pasó un tiempo que se volvió larguísimo para mí, a pesar de que el lugar era entretenido. Isagi se pasó todo el camino intentado hacer reír a la gente con sus chistes, pero eran tan penosos que daba más gracia ver la reacción de Karasu. A Yukimiya lo pillamos tarareando canciones todo el camino. Nagi no me dejaba ni moverme, Reo se preocupó por ello cosa que solo desembocó a una charla tranquila entre él y yo, como las que teníamos en el comedor de Blue Lock. Otoya estuvo todo el camino pegado a la ventana comiéndose a todas las muchachas con la mirada, Bachira estaba también mirando por la ventana pero solo para contemplar el paisaje. Chigiri parece que se hizo buen amigo del chófer, jajajajaja.
Tuve que despertar a Nagi nada más llegamos. Le quite el cabello de la cara mientras la acariciaba con delicadeza.
– Hey... Nagi, bello durmiente. Ya llegamos... Despierta. -- Mi voz suave lo despertaba con sutileza.
Él se levantó pero yo estaba tan cerca que podía jurar que nuestros labios se rozaron un poco, con suerte me alejé con rapidez. Sentía una mirada asesina o, bueno, varias, pero no iban dirigidas a mí... Entonces escuché lo que me justificó el porque de aquellos ojos puestos en nosotros.
– Muy lento... Pero casi. A la próxima no fallaré. -- Murmuró como si nada.
Él intentó besarme... ¿Nagi Seishiro? Nunca pensé que sería de los primeros en intentarlo. Quiero decir, no parecía del tipo de chico que pensara en esas cosas frecuentemente, ni de los que se preocuparan por ellas tampoco.
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¿Un fútbol monocromo? (Blue lock × Reader)
Fanfic-- Solo ganas o pierdes en el fútbol, no hay más vueltas. Blanco o negro, esa es la monocromía que gobierna todo. Así es como he vivido toda la vida y no dejaré que una panda de adolescentes con sueños inalcanzables me rompan mis esquemas. Así que...