8.- ¡Es tiempo de despertar!

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Primero, me dirigí al vestuario del equipo Z, ya que tenía que revisar a Chigiri. Cuando entré se podía notar como evolucionaban. Su forma de pensar, sus posiciones, todo había cambiado. Estaban a un gol del empate y eso solo los motivaba a continuar luchando por ver la luz al final del túnel.

– Hola, chicos. -- Dije cuando me vieron cruzar la puerta de entrada.

Todos me saludaron, ellos estaban en lo suyo por lo que decidí no molestar y dirigirme hacia el pelirrojo.

Me agaché para estar a la altura de su rodilla y la acaricié por encima. Él ya mencionado se sobresaltó mientras yo solo dejaba escapar una risilla.

– ¿Todo bien, Chigiri-san? -- Él asintió como respuesta a mi pregunta.

Se veía muy metido en la conversación que estaban teniendo sobre el partido, por lo que decidí que sería mejor dejarlos solos. Me levanté para retirarme, a pesar de no acabar con la revisión, de todas maneras, Chigiri parecía bien. Me quise ir sin decir nada, pero el ya mencionado me detuvo.

– ¿Pasa algo? -- Dije mientras le daba una mirada rápida en busca de irregularidades.

– No terminaste... -- Dijo observándome con esos hermosos pero amenazantes ojos.

Parecía que él iba enserio y los demás pronto voltearon. Sus miradas me intimidaron. Rápidamente me volví a arrodillar para tratar y revisar bien la rodilla del lesionado.

Por un momento sentí como sus ojos gritaban: "¡¿Acaso intentas sabotearnos?!". Obviamente no era así, yo solo pensé que no debería estar allí. Cuando finalmente había terminado con la rodilla de Chigiri, me acerqué a ella y le di un besito de buena suerte.

Él pegó un chillido agudo junto a un sobresalto que provocó el impacto de su rodilla en cara. Todos nos cayamos un momento para que luego estallara la risa.

– ¡Jajaja! ¡Chigiri, tu cara está del mismo color que tu cabello, jajaja! -- Comenté mientras reía, los demás concordaban conmigo.

Imamura empezó a recrear la escena junto a Naruhaya en modo de burla y Igarashi hacia de comentarista. Chigiri estaba muy avergonzado, yo solo reía cuando de repente el mencionado atrapó mi rostro entre sus manos con preocupación.

– ¡Lo siento muchísimo! ¿Estás bien? Mira que te hice... -- Su preocupación me hizo llevarme mi mano a la zona afectada.

Sangre empezaba a brotar de mi labio inferior. Seguramente el impacto hizo que me mordiera sin querer. Yo le sonreí con dulzura mientras intentaba calmarlo.

– Tranquilo, tranquilo. Estoy bien. Perdóname tú, no debería haber hecho eso. -- Él solo negó volviéndose a sonrojar dado a que su mente revivía ese momento.

Sus manos seguían en mis mofletes y su cara estaba muy cerca a la mía. Estaba empezando a extrañarme, no me molestaba la cercanía pero me preocupaba. Bachira se acercó por el lado derecho.

– ¿Pelea de miradas? -- Preguntó con ganas de unirse.

Del lado izquierdo se acercó Gagamaru. "El que faltaba" pensé en ese momento. Quiero decir, Gagamaru y Bachira estan al mismo nivel en cuanto a lo infantil se trata. Aunque la inocencia de Bachira es pura y Gagamaru no poseía ese atributo.

– No, ellos se van a besar. -- Me separé con rapideza.

Mi cara empezaba a sentirse caliente. Me choqué con Isagi cuando me aparte de esa zona de "peligro". Ahora los chicos se reían de mi sonrojo.

– ¿Estás bien, ______? -- Preguntó mientras sus brazos por reflejo me rodeaban desde detrás.

Asentí con mi cabecita y con ello el rojo de mi rostro se desvaneció convirtiéndose en una risa que disfruté junto a estos muchachos.

¿Un fútbol monocromo? (Blue lock × Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora