... ¿Que...? Esto no puede estar pasando...
El gol de Kaiser fue impresionante... Incluso Noel dijo que el rubio de mechas azules solo le superaba en eso. En su potente disparo
Y todo iba bien... Lavinho se animó para entrar al partido y el entrenador de la liga alemana entró en juego para equilibrar las cosas. El francés albino estaba instruyendo a sus discípulos sobre como una oportunidad fallida es seguida por una dificultad en correspondencia. Y al ver cómo Kunigami fallo en demostrar que podía jugar en equipo o jugar mejor que Kaiser decidió que su dificultad sería la de entrar en el banquillo... Pero...
– Isagi Yoichi, sal. -- Comandó Noel.
– ¿Eh...? Pero si es cuestión de números...¿no soy yo mejor? -- Se quejó Yukimuya.
– Es fanservice, el mundo quiere ver a Isagi... Así dice el contrato... -- Explicó el maestro francés de la liga alemana.
Todos se quedaron sorprendidos, decepcionados o incluso frustrados. Isagi iba a salir a pesar de que no cumplía aún con los requerimientos numéricos en estadística.
Yukimiya estaba enojado igual que Raichi y los demás sentían envidia de quien ya fue protagonista en el partido contra la Sub-20.
Yo... Yo no podía aceptar esta injusticia... Si bien me parecía estupendo que sacaran a Yukimiya por el bien el progreso del equipo. Me parece nefasto que saquen a un jugador solo para complacer al público.
– ¡Esperen! -- Objeté yo. – ¡No es justo! ¡No podéis determinar a los regulares por su fama o porque tan demandados sean por la gente!
Estaba enfadada. Claro que lo estaba. ¡Yukimiya tenía razón! Me da rabia que estuvieran vendiendo a mis chicos por un público interesado en el espectáculo más que en el juego en sí. Vi como Isagi me miraba con tristeza desde el primer momento en el que abrí la boca para negarme a su salida al campo.
– Eso es lo que estoy obligado a hacer, pequeña. -- Noel me acarició la cabeza. – Vigila bien a los chicos mientras no estoy.
Lavinho y él empezaron a discutir en el campo sobre no sé qué de un partido que tuvieron. En fin, que no me interesaba y por ello no le hacía caso. Isagi se quedó a hablar conmigo un segundo más antes de ir a jugar el partido.
– ______... ¿Enserio te parece tan mal esta decisión? -- Dijo con una tono que suprimía un sentimiento de tristeza profundo.
– ¡No es nada contra ti! Pero... No me parece justo... Es un privilegio que te han dado sobre los demás... ¿Lo entiendes? -- Le dije mientras mis manos se posan en sus mejillas acariciándolas con mis pulgares.
– ¿Crees que no me merezco esta oportunidad? -- Sus ojos perforaban los míos y yo me quedé totalmente en silencio...
– Está bien... Más te vale, aprovechar esta oportunidad... -- Le sonreí dulcemente. – Tú sabes que te mereces todo lo bueno que te pase, dulzura. Sabes que siempre te apoyaré y querré.
Lo abracé con fuerza en un intento de arreglar lo que empecé a estropear. Él soltó una dulce risa aliviándome... Al parecer, él podía entender el porqué de mi repentina conmoción.
Yo me senté de vuelta, esta vez en el banquillo alemán entre Yukimiya y Kunigami. Descansé allí ya que sabía que ellos me necesitaban, además que Noel me dijo que los cuidara y no me quería sentar en una silla sin nadie a mis lados.
– Ummm... Kunigami... -- Quería disculparme por...
– No hables, guarra. No me deseaste la suerte necesaria. Por eso estoy aquí. -- Estaba echándome la culpa... Será cabrón.
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¿Un fútbol monocromo? (Blue lock × Reader)
Hayran Kurgu-- Solo ganas o pierdes en el fútbol, no hay más vueltas. Blanco o negro, esa es la monocromía que gobierna todo. Así es como he vivido toda la vida y no dejaré que una panda de adolescentes con sueños inalcanzables me rompan mis esquemas. Así que...