Ahora Isagi era el protagonista... Todos iban tras de él para felicitarle y agradecerles. Aiku le dió la enhorabuena. Igaguri lo empujó hacia una entrevista en la que afirmó ser quien junto a Blue Lock liderará a Japón hacia la victoria del próximo Sub-20 mundial. Creo que también pude notar como Shidou le pedía... ¿El número de teléfono a Sae?
Rin estaba derrotado en el suelo... Sentía algo de lástima, pero yo no soy de esas personas por lo que pronto se me fue ese pensamiento fugaz de la cabeza. Sae se le acercó y, tal y como se le iluminó la cara a Rin, una expresión de... Dios, él me está matando por dentro. No puedo odiar a Sae, tampoco. No sé qué le ha dicho pero... Por tercera vez ya, lo siento muchísimo Rin.
Al ver cómo la manada de chicos se acercaba, me levanté para caminar un poco hacia ellos. Tal y como llegaron, se tiraron sobre mí cayendo todos al suelo. Su felicidad me contagió aunque faltarán algunas personas...
– ¡Chicos, chicos! ¡Venga, quitaros! ¡Oléis todos a culo, ir a ducharos! Ya celebraremos bien en el vestuario, ¿Ok? -- Todos aceptaron ir para allá mientras yo iba a por Rin.
Él no se dejó ayudar, pasó por al lado mío y se fue camino al vestuario sin dirigirme siquiera palabra.
– ¿Que coño le dijiste, Sae? -- Dije ya harta de estas cosas.
– Solo que si veía un futuro en el fútbol de Japón. Que lo hizo muy bien y que lo hicieron muy bien, pero... -- Ese pero ya no me gustaba. – Quién realmente atrajo mi atención es ese tal Isagi Yoichi.
– Tú... Eres tonto. Muy muy tonto. -- Dije mientras lo golpeaba levemente. – Mal hermano mayor... Pero, no puedo culparte, yo... Predije que este sería el desenlace, por lo que, de cierta forma, terminé en el mismo punto que tú.
Él solo río levemente y me acarició la cabecita.
– No tienes porque sobreproteger a Rin. Él no es un niño... Y créeme esto le hará mejor. Soy su hermano mayor, después de todo, dentro de mi crueldad hay algo que mira por su bien. -- Yo lo abracé mientras le pedía perdón. – Será mejor que te vayas antes de que Shidou te vea abrazarme.
– ¡Aún estoy algo enfadada contigo! -- Dije mientras corría hacia los vestuarios. – Bueno... Con nosotros... -- Me aclaré a mí misma susurrandole al viento.
...
Me hacía gracia como desde el pasillo podía escuchar sus gritos y celebraciones. Estaba con Anri y Ego quienes me esperaban para entrar a dar el discurso para Blue Lock Once.
– ¡¡Dios mío, Isagi-san!! ¡Estuviste asombroso en esa entrevista! -- Exclamó Nanase.
– ¡¿Eh?! ¡ERES MUY EGOCÉNTRICO, ESO SALIÓ DE LA NADA! -- Gritó enojado Raichi.
Algunos solo festejaban, felicitaban a Isagi o se lamentaban porque les hubiera gustado jugar.
– ¡¡SOMOS BLUE LOCK!! ¡¡SOMOS LAS NUEVAS ESTRELLAS!! -- Ahora fue Igaguri quién alzaba su voz. – ¡¡NOSOTROS SEREMOS EL EQUIPO SUB-20 AHORA!!
– ¡SÍ! -- Gritaron todos a la vez con felicidad por su inigualable victoria.
Entró Anri la primera sin poder contener sus lágrimas de emoción.
– Todos... Ustedes... Realmente lo dieron todo... -- La pobre estaba lagrimeando mientras pronunciaba esas palabras. – ¡Estoy realmente orgullosa de ustedes!
Muchos se sentían halagados, otros seguían celebrando y otros solo no podían creerse este momento.
– ¡Anri-chan, bebé llorona! -- Se burló Otoya al cuál mataba con la mirada desde el marco de la puerta.
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¿Un fútbol monocromo? (Blue lock × Reader)
Hayran Kurgu-- Solo ganas o pierdes en el fútbol, no hay más vueltas. Blanco o negro, esa es la monocromía que gobierna todo. Así es como he vivido toda la vida y no dejaré que una panda de adolescentes con sueños inalcanzables me rompan mis esquemas. Así que...