Capitulo Dos.

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Año 258 A. C
Mundo de los humanos.
Ciudad Prohibida, Imperio Chino.
Palacio Yanxi (Dormitorio).

La valentía que obtuvieron durante esa breve reunión se fue cuando llegó el momento de pasar la primera noche nupcial, aunque tenían tanto sueño que se sentían morir, tuvieron que esperar sentados en la cama, pues el "novio" tenía que llegar a quitarles su velo.

Tenían la esperanza de que los dioses no llegarán, que los dejasen ahí para poder irse a dormir, por que ni locos iban a permitir que les pusieran un dedo encima. No iban a tener relaciones con ellos, no iban a ser su juguetes en ese aspecto.

Nikola Tesla permanecía en la orilla de la cama jugando con sus propios  dedos incapaz de ver más allá de eso. El velo rojo sobre su cabeza no le permitía ver casi nada frente a él. Así que bajó la cabeza un poco por que ya no aguantaba la corona en su cabeza ¿Como podían las mujeres usar esto?

Ahora vestía de seda, joyas y le habían asignado su propio palacio, esto era algo muy diferente a cuando estaba vivo. No sabía cómo manejarlo, sólo sabía que tenía que hacerlo. La humanidad debida continuar a cómo de lugar.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una pequeña campana sonó en la habitación y la puerta frente suyo se deslizó, entraron dos sirvientas, una de ellas tenia con una jarra con dos pequeñas tacitas y la otra se paro pegada a las paredes de la habitación.

- Señora.. El esposo esta afuera. - dijo una de las mujeres asiendo que se exaltara un poco en su lugar - Es hora de beber el vino nupcial y concluir su unión. -

Luego de decir eso aparecio el dios maldito atravesando una cortina de perlas rojas que colgaba atrás de las puertas abiertas. Las dos sirvientas bajaron la cabeza de inmediato al verlo entrar a la habitación.

El científico sólo pudo abrir mucho los ojos cuando sintió su tenebrosa y abrumadora presencia frente a él. Esto no era lo que quería ¿No podían simplemente ser un "matrimonio" distante e indiferente?

No... Claro que no, los dioses iban a recalcarles a cada momento que ahora, sus vidas, estaban en la palma de sus manos.

Un eunuco entró a la habitación y le dio una vara roja a Belzeebu, este la aceptó sin mirarlo y de inmediato las mujeres se hincaron en el piso.

- Es momento de quitarle el velo a la novia. - dijo una de ellas con seriedad.

De inmediato Belzeebu acercó la vara al velo y lo alzó lentamente, como sólo se levantó un extremo, la sirvienta de manos vacías se acercó y le ayudó a apartarlo por completo,para que no se atorara en la extravagante corona.

Cuando su rostro quedó al descubierto, sólo bajó la mirada con un gesto serio, no quería verlo a los ojos, no quería provocarlo, no quería que él dios ni siquiera le hablase.

En unos minutos de silencio el demonio se sentó a su alado, para después ser reverenciados por el eunuco.

- Ahora ambos están casados. Sus cabellos se han anudado para la eternidad y se han convertido en un solo ser. - dijo el hombre con el rostro totalmente pegado al piso - Su fiel sirviente les ofrece sus felicitaciones...-

En ese momento la sirvienta con la jarra y las tazas sirvió un líquido rojizo, para después, ofrecercelos a ambos.

- Por la benevolencia de su majestad el emperador y la excelencia de su alteza la emperatriz, que han dado su consentimiento en este matrimonio. - Tesla no puedo evitar pensar en esa gran mentira, Qin y Adán no tuvo nada que ver en ésto, nadie le preguntó si esto estaba bien o no - Los novios deberán beber este vino que representa su propia sangre, lista para entregarse y mezclarse en un solo ser, en espera de poder dar un... Heredero que sea hijo del cielo. - Tesla casi se desmaya cuando el eunuco mencionó eso ¿acaso formaba parte del monólogo obsotelo que tenía ya previamente enclarecido?

"Posesión" || Shuumatsu No valkyrie. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora