Cuando Thor llego al palacio de Lubu, se sorprendió de ver al chino inclinado sobre una vacija de porcelana (qué era sostenida por una criada) mientras se cubría un poco el rostro con un pañuelo.
- Mi señora, el doctor dijo que tiene que hacer un esfuerzo en tolerar la medicina. - menciono un eunuco qué estaba atrás del general volador mientras se sobaba la espalda - De otro modo, tu intolerancia a la comida no mejorara. - continuo mientras hablaba más bajito.
Para el nórdico todas estas palabras le resultaron bastante extrañas y asombrosas ¿Lubu estaba enfermo? ¿Por que no se lo dijo?
De forma escandalosa, con la intención de hacerse notar entro a la sala principal y de inmediato los sirvientes bajaron la cabeza, inclinándose. Mientras que el chino abría mucho los ojos por verle.
- Esposo mio.. - Lubu apenas pudo murmurar eso cuando de inmediato se doblegó un poco, parecía que quería vomitar.
Y eso pasó. Lubu se dio la media vuelta y vómito en la vacija mientras tenis mucho cuidado de cubrirse con el pañuelo para que lo vieran esa asquerosa acción.
- ¿Desde cuando está enfermo? - pregunto Thor a los sirvientes evidentemente molesto.
- Respondiendo a su señoría. - habló el eunuco, quien era el único capaz de hablar - La señora a estado enferma desde hace quince días, su apetito disminuyó. Y cuando logra comer algo lo vomita casi al instante. - explico mientras evitaba el contacto visual. - El médico Imperial dijo que debido a que pronto será invierno, la señora esta teniendo un resfriado estacional por los repentinos cambios de temperatura, qué están cambiando de calor a invierno. - tomo una pausa mientras ayudaba a Lubu a reincorporarse. - y como no hay un clima fijo,las flemas se le pegaron al estómago. Por eso sus horas de comedia se hicieron inconsistentes. - explico mientras le extendía otro pañuelo a su señora.
Lubu miro con cierta pesadez al dios y suspiro mientras se limpiaba un poco los labios.
- ¿Por que apenas me entero de que esta enfermo? ¿Que acaso no fueron conscientes de la gravedad de este asunto? - Thor hirvió en ira y como no planeaba desquitarse con Lubu, lo haría con los criados.- ¿Cómo demonios me sirven a mi y a la señora de esta manera? - cuestionó de forma amenazante mientras se acercaba aun más a ellos.
Los pobres humanos temblaron por su vida incapaces de alzar la mirada. A lo que Lubu. Un poco mareado por la repentina situación intervino extendiendo sus manos de forma protectora a los sirvientes.
- Estabas tan ocupado con otros asuntos delicados en el Valhalla qué yo les pedí guardarlo en secreto. - expreso el chino mientras parpadeaba un par de veces, realmentese sentía muy mal como para lidiar con esto. - Ya estoy recibiendo tratamiento y se lo notifique a la Noble consorte Imperial para no tener problemas. - reveló mientras evitaba de repente el pesando contacto visual con el pelirrojo - No te desquites con Xiao Feng y Lixin, solo seguían indicaciones mías. - continuo mientras se balanceaba un poco.
De forma discreta Lubu les ordenó a ambos sirvientes dejarlo solo con el nórdico. Quien después de su respuesta no dijo nada más.
Cuando finalmente quedaron solos Lubu intento mantenerse recto y sereno mientras observaba como Thor estaba quieto sin decir nada.
- Hace mucho que me evitas y no eres ni siquiera capaz de mirarme, eso está bien, si así lo quieres, pero no puedes ocultarme cualquier cosa que involucre tu salud. Sin importar que otra cosa este ocurriendo, tu bienestar es mi prioridad. - habló el pelirrojo mientras tomaba asiento alado del humano - Eres esposa de un Aesir, representas las cosechas la fidelidad y la fertilidad. Tu posición es tan importante como la mía y no puedes simplemente verlo como algo pequeño. - dijo mientras intentaba tomar su mano, sin embargo, Lubu la quito de inmediato mientras miraba a otro lado.
ESTÁS LEYENDO
"Posesión" || Shuumatsu No valkyrie.
FanficY entonces Zeus dijo: "A cambiado de la salvación de la humanidad, todos y cada uno de los Einherjar que participaron, se volverán propiedad del dios al que enfrentaron. " Ese era el precio, por haber perdido. Y ni Brünnhilde pudo alegar lo contrari...